Foto: Pixabay
Antes de ser madre algunas veces me llevaba las manos a la cabeza pensando que el mundo está loco pero desde que mi hija entró en mi vida el tema me preocupa de verdad. Porque el mundo en el que estoy criándola y al que voy a tener que mandarla cada día con un bocata en la mochila me resulta aterrador.
¿Qué mundo estamos creando si una niña de ocho años es agredida por chavales que casi doblan su edad y no pasa nada?
¿Qué mundo estamos creando si un niño de doce años ya no tiene ganas de vivir porque sufre acoso escolar desde los ocho?
¿Qué mundo estamos creando si los niños se tiran por un balcón porque el día a día les resulta insoportable?
¿Qué mundo estamos creando si los padres tenemos miedo, miedo del que se rumia por la noche y no deja dormir, porque las cosas que ocurren hoy día NO pasaban cuando nosotros éramos niños? Cuando los malos ratos se quedaban en el colegio porque no había facebook, ni twitter, ni tuenti, ni instagram que los sacase fuera. Por no haber, no había ni móvil. Cuando el acoso escolar «sólo» significaba que se riera de ti toda la clase. Sí, te arruinaban la infancia. Pero no te pegaban palizas impunes, no te perseguían implacablemente en las redes sociales para acosarte aunque te cambiases de ciudad y no dejarte olvidar, no te llevaban a saltar por un balcón. No te arruinaban la vida entera.
¿Qué mundo estamos creando si cada vez son más los años que esto lleva pasando, si cada vez son más los casos, si el término bullying se ha hecho un hueco en la cotidianidad, si la escalada de violencia que asola la infancia y la pubertad crece y crece, y como sociedad no sabemos o no podemos pararlo?
¿A qué mundo tengo que mandar yo a mi hija cada día, con su bocata en la mochila? Y, sobre todo, ¿cómo la preparo para crecer en él? Porque yo no conozco este mundo que veo en las noticias. Este mundo que estamos creando, o que no estamos sabiendo evitar. Ni lo he vivido, ni lo entiendo. Sólo me llevo las manos a la cabeza porque me resulta aterrador.
Hoy no tengo respuestas. Sólo preguntas.
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Ufff y tanto….me da mucho miedo. Siempre me aterraban estas noticias pero desde que soy mama, me entra un panico enorme. Y llorera. Y angustia. Al final opto por no ver apenas las noticias. Porque no tengo ni las respuestas, ni forma de protegerla de todo eso.
Es terrible…