La primera semana del postparto

La primera semana del postparto eres mujer, pero sobre todo, hembra. Hembra animal y primaria que sangra, gotea y rezuma. Hembra recién parida que duele, que recobra fuerzas tras eso tan absolutamente extenuante, eso que tratamos con tanta indiferencia y a lo que damos tan poco valor porque pasa cada día, eso que en realidad es mitad milagro, mitad proeza, eso que se llama PARIR y que necesita mayúsculas porque no cabe en cinco simples letras. Continue reading →

Mi experiencia con la hamaca Bliss de BabyBjörn

Foto: ©Unamamadeotroplaneta

La hamaquita que compré cuando nació mi hija era tan mona que la quise en cuanto la vi. Mona pero monísima de verdad, rosa y blanca, con un arco de pajaritos de colores. En lo demás, era de lo menos práctico que hemos tenido. Todavía recuerdo la primera vez que senté a la peque en ella y en vez de mirar los pajaritos me miró a mí con triste desconcierto, en plan, «mamá, ¿qué es esto?». La teníamos siempre estorbando por casa pero la usé lo justito, cuando tenía que dejarla en algún sitio mientras intentaba ducharme cantando cucú. La hamaca era uno de los artículos que no pensaba repetir.

Hace unos seis meses, sin embargo, me empezaron a recomendar por todas partes la famosa hamaca de BabyBjorn. Creo que no he oído ni una sola mala opinión de ella hasta la fecha: «es la leche», «es súper ergonómica», «el bebé de mi amiga pepita sólo quiere esa»… Me sucede con frecuencia que cuando alguien habla de lo bueno o lo malo que es algo con tanta convicción me surgen unas ganas incontenibles de comprobarlo a ver si es verdad, así que eso es lo que he hecho. Os cuento mis conclusiones tras dos meses usando la hamaca Bliss de BabyBjorn. Continue reading →

Ya somos cuatro

Foto: ©Unamamadeotroplaneta

Ya somos cuatro. Unas palabras que durante mucho tiempo pensé que nunca diría. Que, durante mucho tiempo, ni siquiera supe si quería. Ser tres era maravilloso, tener a nuestra hija entre nosotros dos y sentirnos plenos así. Porque nos sentimos plenos mucho tiempo. De hecho, no dejamos de sentirnos así en ningún momento. No fue la necesidad de más la que nos impulsó a ampliar la familia, no fue un sentir que nos faltaba algo, ni siquiera fue una idea teórica clara en nuestro imaginario personal («queremos tener dos hijos»)… si os digo la verdad, no sé exactamente qué fue. Que este pequeñín, sencillamente, tenía que venir y me llamaba. Me lo pedía. Continue reading →

Mi último post siendo tres

Durante mucho tiempo no estuvo nada claro que este post viera la luz. Os lo he contado en varias ocasiones, al principio todo pareció indicar que el número en el que nos plantaríamos sería tres. La mezcla del «trauma» por el parto, la falta de sueño y otras circunstancias nos tuvieron los primeros tres o cuatro años en un no bastante claro. Un no que hace dos veranos empezó a removerse y a picar, a exigir confirmación. Porque ese no, ya os lo conté ese día que me abrí en canal en el blog, era en realidad un casi-no en el que nos habíamos asentado más por inercia que por decisión real. En fin, más o menos sabéis la historia si me seguís, no me quiero repetir demasiado. El caso es que, como os decía, no estaba nada claro que este post llegase a escribirse. Pero aquí estoy, a punto de cumplir 37 semanas y llegar a término, a punto de ser cuatro. Escribiendo este post finalmente: el último siendo tres. Continue reading →

¡Socorro! Se acerca el parto y no tenemos nombre

Así estamos este embarazo. En bavia. En la inopia. En la parra. Pero lo peor no es eso, lo peor es que pasan las semanas, nos vamos acercando al día D y la cosa no avanza. En la semana 20 tenía su gracia: bromeábamos diciendo que habría que llamarlo cariño hasta que tuviera edad suficiente para que se lo llamase su novia. Mañana hago 35 semanas y ya empieza a darme coraje. El parto se nos echa encima, este bebé va a nacer y necesito encontrar un nombre. No, corrijo. Necesito encontrar SU nombre. No sé cómo sentiréis estas cosas pero yo lo siento así. Hay un nombre para este bebé, para él en concreto, uno que le pega, uno que pide, uno que vibra con su energía… y no doy con él. Y no será por no mirar todas las opciones. Creo que me he leído todos los nombres que existen, repetidas veces, no sea que un día inventen uno nuevo. Los releo esperando que se abra un túnel de luz desde el cielo y un coro de ángeles celestiales me lo canten, o me den con él en la cabeza. Lo que sea. Se acerca el parto y no tenemos nombre: ¡socorro! Continue reading →

This entry was posted in Nuestro.