Así, como lo lees. Aunque a lo largo del post lo voy a argumentar y desarrollar lo suficiente como para suavizar el impacto inicial de este título (o no), la verdad es que no encuentro un sustantivo más adecuado para definirlo. Un timo. Más sangrante aún al ser un producto «para bebés» en el que un altísimo número de padres confiados depositan su fe.
No nombraré marcas porque no se trata de hacer una caza de brujas y porque, aunque yo conozco una y es la que usualmente veo por todas partes, no tengo la menor idea de si es la única que sirve este tipo de infusiones o no. Y ahí no me voy a meter. Mi aplauso al departamento de marketing de cualquier compañía que sea capaz de colocar un producto hecho prácticamente de puro azúcar a padres que buscan el bienestar de sus bebés, ya sea por trastornos de sueño o por molestias estomacales. Olé, señores. Son ustedes muy buenos en su campo. Veamos si yo lo soy en el mío y logro convencer a todos los padres y madres que me lean para que jamás compren sus productos.
¿No sabes de lo que estoy hablando? Te lo explico. Continue reading →