Ay, cariño. Con tantos juegos y juguetes disponibles, con tantas opciones que te podría regalar, que te encantan, que me encantan, con tanta ilusión que preparo estos días para ti, con lo satisfecha que estoy con lo que pides, lo que busco, lo que ya has descubierto y lo que aún tienes esperándote. Y aun así, lo que yo más quiero regalarte ni se compra ni se paga, ni muchas veces se consigue del todo. Yo solo quiero regalarte calma. Continue reading →
Cuánto agradezco que tengas 4 años y no me hagas preguntas que no sé responder
Cuánto agradezco que tengas 4 años y me hagas preguntas que no sé responder. Cuánto agradezco que en el cole, en tu clase, el resto de los niños con los que juegas tengan también 4 años y el riesgo de que un tema como este que hoy marca mis letras salga en vuestro día a día es mínimo. Cuánto agradezco que no sepas leer todavía, que no veas las noticias ni te interesen todavía, que no estés en ningún grupo de WhatsApp todavía, que no sepas lo que es el Facebook todavía. Y que no hayas visto ya al menos 10 veces, por 10 vías distintas, el mismo rostro, el mismo nombre, el mismo hashtag. Cuánto agradezco que todavía estés protegida todavía aunque solo sea por no saber… porque yo no puedo protegerte. Continue reading →
3 pelis de princesas que tu hija SÍ debería ver (y 3 que deberías desterrar)
Ay, las princesas. Qué daño hacen las princesas. Y, además, daño del que no nos damos cuenta, porque las vemos cuando somos niñas. Todas esas princesas de mi infancia que me hacían soñar de color de rosa ahora, básicamente, me ponen negra. Y es que el modelo de mujer que presentan las pelis de princesas no es precisamente el más adecuado, por no ponerme bruta y decir lo que realmente pienso de esa idea de “encuentra a tu príncipe azul” que nos meten en la mollera desde chiquititas. Encuéntralo de forma pasiva, claro, ponte guapa (lo MÁS importante), sé buenecita (ejem) y seguro, seguro, que aparece y se te lleva a vivir tu cuento de hadas que por fin se hará realidad (pausa para autocontrol zen de la ira).
Por suerte, cada vez hay más películas de princesas que SÍ transmiten mensajes positivos, que SÍ muestran modelos positivos. Os traigo una pequeña lista de esas 3 pelis que me hubiera gustado ver de niña y de otras 3 con mención especial qué habría que desterrar del reino “por siempre jamás” o que podemos ver, pero como ejercicio de análisis y reflexión con nuestras hijas: mira, cariño, esto es todo lo que no tienes que ser, no tienes que aprender y no tienes que esperar. Continue reading →
Cuidado con las etiquetas: ¿lo hacemos sin darnos cuenta?
En casa me paso media vida diciéndole a mi marido (o a mí misma cuando me veo hacerlo): cuidado, ¡no etiquetes! A veces pienso que mi vocación frustrada no es monologuista sino reponedora, pero es que lo de etiquetar lo tengo grabadísimo en el cerebro. ¿Por qué? ¿Estoy yo como una cabra (ya os lo adelanto, sí) o es malo etiquetar a nuestros hijos? ¿Qué ocurre cuando lo hacemos? ¿Podemos estar etiquetándolos sin darnos cuenta? Continue reading →
¿Qué son los límites? ¿Son compatibles con la crianza respetuosa?
La gran discusión en crianza: los límites. El eterno debate sobre si hay que ponerlos o no. Esto en crianza con apego es un tema recurrente porque «como no ponemos límites a los niños» (o eso se piensa desde fuera), vivimos fritos a advertencias de agorero sobre «el terrible futuro que nos espera» cuando crezcan y el hoyo en el que nos estamos metiendo (o eso se piensa desde fuera). Ahora bien, ¿qué son los límites? ¿Son necesarios los límites? ¿Son compatibles con la crianza respetuosa? Son muy buenas preguntas porque, dependiendo de cómo las respondamos, vamos a actuar con nuestros hijos de una forma o de otra. Respondámoslas entonces 🙂 Continue reading →