Yo no conocía Joolz. Descubrí la marca por pura casualidad justo antes de mi segundo embarazo y me enamoré a primera vista al ver uno de sus cochecitos en foto. Alto, bonito y moderno, con una estética a mitad de camino entre Bugaboo y Stokke y pintaza. Después llegó el positivo, esa primera ecografía que me dejó en shock y dos semanas buceando por si acaso en el universo mellizos. Y volví a toparme con Joolz. Su gemelar es una pasada, por cierto, por si algún día os veis en esa tesitura. En nuestro caso… ya conocéis la historia, al final no hubo mellizos ni hubo gemelar pero ya me había implicado demasiado, así que me puse a bichear más a fondo. Y así acabé encontrando el Joolz Day+, ese pepinazo de carrito que nos alucinó.
He tardado (mil perdones, la bimaternidad) pero lo prometido es deuda: hoy me siento a compartiros nuestra experiencia por si os sirve de ayuda si lo estáis valorando, como os prometí en redes el día que fuimos a recogerlo a Pinpi.
Cuando digo nuestra experiencia, me refiero exactamente a eso. Las características en bruto se pueden leer en cualquier sitio pero, cuando te estás planteando comprar un carrito, lo que ayuda es que alguien que lo esté usando te cuente si la teoría se corresponde con la práctica o no. A eso vengo, a contaros lo que más/menos me está gustando, aunque os adelanto desde ya que es un carrazo con pocos peros 🙂
Manejabilidad
Espectacular. Con la peque tuvimos un Britax B-Agile ligero y de ruedas grandes que se manejaba muy bien (sólo había que compararlo con el Bebeconfort de setecientos kilos que nos prestó una amiga y con el que mi madre hizo gimnasia de la buena una semana hasta decidir que le costaba menos bajársela al parque en brazos), pero es que el Joolz Day+ es una pasada. Soy seis años mayor y estoy seis veces más floja y aun así lo llevo con una mano. Y con una mano sin esfuerzo, no haciéndome la chula. Anda solo.
Las ruedas son grandes y pivotan de maravilla. La amortiguación es fantástica, alucino con las fotos que me manda mi marido cuando va por los pinares con el pitufo dormido tan pichi y veo los caminos de cabras por los que se mete. No pensaba yo que podríamos darle un uso casi todoterreno y mucho menos cómodamente. Pero es que, pesando un poco más que el primer carrito, cuesta muchísimo menos manejarlo.
El manillar ya pone la guinda. Me encanta, lo siento, deformación profesional. No me puedes hablar de posiciones ergonómicas y que no me hagan chiribitas los ojos. Los extremos tienen una curvatura que permite colocar las manos sin forzar las muñecas. Parece una tontunada pero se nota una barbaridad cuando llevas un rato. Además, es extensible a demanda. Yo que soy de pierna larga y paso amplio estoy encantada con esto, por fin un carrito con el que no me choco continuamente.
Ajustes
Una de las cosas que me convenció del Day+ es lo comodísimo que es a nivel de ajustes. Salvo para extender el manillar e iniciar el plegado, no necesitas usar las dos manos para nada más. El resto se puede hacer con una mano, algo más que práctico cuando no sabes ni dónde tienes la otra, que es lo que pasa la mayor parte del tiempo con niños.
Para extraer el capazo o la hamaca, puedes liberar un lado primero y después el otro en lugar de tener que hacerlo sincronizadamente como es habitual.
La barra delantera se puede liberar por ambos lados y es giratoria, lo que facilita la logística al sentar y/o sacar al chiquitín.
Todas las tiras del arnés se sueltan a la vez cuando pulsas el botón pero de forma independiente, por lo que no necesitas sacar los brazos por los laterales. Y otra cosa comodísima, se enganchan una a una, sin tener que andar juntándolas entre sí para que encajen.
El ajuste del reclinado es lo más cómodo que he visto en mi vida. Moviendo una pestañita con un dedo y sin el más mínimo esfuerzo puedes cambiar la hamaca de una posición a otra con fluidez. La hamaca se puede poner mirando hacia delante o hacia ti y de ambas formas tiene tres posiciones, vertical, semitumbada y tumbada.
Y otro ajuste que me encanta. El reposapiés es regulable en tres posiciones, para adaptarse al crecimiento.
Detalles
Lo mejor que le puede pasar a una persona detallista, que valora muchísimo esas pequeñísimas cosas que marcan la diferencia, es encontrar algo que preste verdadero mimo al detalle. Cuando me pasa, me vuelvo loca. Y si algo hace esta marca es cuidar el detalle. Pero a todos los niveles, desde plantar un árbol por cada carrito que venden hasta utilizar embalajes reutilizables con los que puedes jugar. Nosotros estamos terminando el catamarán en el que se convertía nuestra caja.
En el carrito, los detalles están por todas partes:
Tanto la capota de capazo y hamaca como el propio capazo llevan una zona de rejilla diseñada para el verano, que puedes abrir para que les dé el airecito y vayan felices viendo mundo. Como todo está muy bien pensado (se nota), el capazo lleva una especie de chichonera como las de las cunas, que les protege el cuellecito de posibles corrientes de aire. La capota además tiene una visera extra super práctica y cómoda de plegar y desplegar, simplemente tirando o empujando.
La cesta es amplia pero, sobre todo, tiene un acceso abatible que es comodísimo.
El colchón del capazo es transpirable y el asiento de la hamaca acolchado y con un muy buen apoyo para la espalda y el cuello. Noto una barbaridad el contraste con nuestro primer carrito, que tenía una silla muy básica. Era fantástica a la hora de plegar pero, básicamente, es como sentarte en una silla de camping o en un sofá. No hay color.
Plegado
Con el plegado vengo demasiado mal acostumbrada, ya os digo que el primero (al estar a mitad de camino entre carrito y silla de paseo) se doblaba como una hoja y se podía desplegar prácticamente en el aire con un movimiento a lo Kung Fu Panda (lo confieso, eso me encantaba).
El plegado del Joolz no es TAN compacto, pero sigue estando bastante bien. Me había resignado a ver cómo nos apañábamos cuando Asier lo sacó a la calle y comprobamos que me cabe en el maletero, que fue el punto decisivo para entusiasmarnos. No sé si conocéis mi maletero pero esta hazaña no la consigue cualquier carrito. Os lo digo con rotundidad porque con la peque no sé ni cuántos probamos y en su momento sólo entró el Britax.
Además, pliega y despliega muy fácil, se puede plegar con la hamaca puesta y se mantiene de pie una vez plegado, lo que nos permite tenerlo vertical en el recibidor y no andar con un trasto todo el día estorbando por casa como pasó con el primero.
Textiles
La calidad, buenísima. El manejo, enervante. La funda del colchón del capazo es relativamente fácil de quitar pero dificilísima de poner (la primera vez pensé hasta que me estaba equivocando y estaba intentando meter a piñón algo que no era). Desenfundarlo es algo engorroso también.
Para mí, lo peor son las cremalleras. No tienen un acceso cómodo y me han tocado las narices a diario. De la que abría y cerraba la cubierta del capazo me hice archienemiga pero nivel Marvel. Mi marido, en cambio, se peleaba más con los corchetes de la cubierta. No son muy fuertes y el peque los soltaba continuamente tirando. Con la hamaca, en este sentido, refunfuñamos menos 😀
Accesorios
Ya os conté lo contenta que estoy con los accesorios que hemos cogido con el carrito y lo bien pensados que están. Con una excepción: el bolso. Y no por el bolso en sí, que es genial, sino por la posición en la que queda. No sé en qué estaban pensando al colocar los enganches para colgarlo del manillar y ha llegado un punto en que lo estoy dejando de llevar salvo que sea realmente imprescindible.
Con el capazo choca y se te viene encima pero al menos queda estático y alargando el manillar más o menos lo resuelves. Pero con la silla además queda inclinado permanentemente por la forma y lugar en que están colocados los ojales en el asa y tienes que apartarlo con la mano cada vez que quieres cambiar la inclinación de la hamaca porque se engancha.
Ya os lo decía al principio, son muy pocos peros. Pero, con los magníficos detalles (pero magníficos de verdad) que os he ido contando, tan bien pensados, me llama mucho la atención que nadie se haya dado cuenta de esas cuatro cosillas que deslucen tanto en comparación con la calidad del producto al completo. Al fin y al cabo hablamos de un carrito que tiene garantía DE POR VIDA. Ahí es nada.
A ver si en la siguiente versión las corrigen porque entonces este carrito ya sería un pepinazo completo, redondo y absoluto.
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Hola,
tengo dudas entre la Joolz day+ y la hub+. Por lo que cuentas quedasteís contentos con la Day+,… supongo que de la Hub+ no tienes ninguna referncia, ¿verdad?
Gracias
Hola Elena!
No, la Hub no la conozco. Ni siquiera lo básico porque cuando nos la enseñaron, como no era lo que andábamos buscando, directamente derivamos hacia otras. Con la Day+ quedé enamorada. Qué cosa más cómoda de carro. Tú pruébalas en tienda un poco, mira bien qué priorizas y la que mejor lo cumpla 🙂
Un abrazo!