Me ha quedado muy intenso pero, en realidad, es así. Porque mi vida habría sido bastante diferente si no hubiese leído algunas cosas que abrieron mi mente y resonaron en mi interior. Yo tenía muchas ideas preconcebidas, un poco por lo que una vive en propias carnes y un poco por eso de que es lo que hace todo el mundo. Y una a una se fueron desmontando. Estoy feliz criando a mi hija, y haciéndolo con consciencia e información. De no tener algunos datos, tal vez mis decisiones habrían sido distintas. ¿Qué digo tal vez? Seguro. Así que hoy los comparto contigo.
1. Un regalo para toda la vida, de Carlos González (Lactancia)
Cuando mi hija era muy, muy chiquitina me enamoré de este libro. Lo he leído varias veces. Lo que aprendí en él me volvió fuerte y segura de mí misma. Es muy probable que sin esa seguridad, mi lactancia se hubiera resentido. Son muchas frases las que la ponen en peligro (te estás quedando sin leche, ya no alimenta, no puedes estar esclava de la teta cuando el peque quiera, pon normas y horarios) y tener confianza en la propia capacidad es fundamental. Aluciné con lo eficaz y preciso que es el pecho (¿de qué nos sorprendemos tanto? también lo es el corazón, y la vesícula biliar, y… ¿no lo son todos los órganos?) y me maravillé, el cuerpo humano es asombroso y la naturaleza es sabia.
Y ¿de qué habla? Pues básicamente explica cómo funciona el pecho, por qué pasan y no pasan las cosas, cómo cada especie tiene una leche materna diferente en función de sus necesidades específicas y qué significa eso en la especie humana, cómo se solucionan prácticamente todos los problemas que pueden surgir y cuáles son los pocos que no tienen solución.
Imprescindible. Sin más.
2. La crianza feliz, de Rosa Jové (Crianza)
Me lo he leído varias veces. ¡Me hizo pensar tantas cosas! Toca todos los palos y me resultó (y sigue resultando) tremendamente útil. Me sacó del adultocentrismo y me hizo reflexionar. Me volvió mejor madre. Y ayudó a que nuestra crianza fuera mucho, mucho más feliz. Y no digo más, que me emociono.
Y ¿de qué habla? De apego, respeto y amor. Y, más concretamente, de lactancia, alimentación, sueño, llanto, educación, pañales, rabietas, lenguaje, celos. Con explicación y, lo mejor, con soluciones prácticas en cada caso.
Completísimo. Una pequeña joya.
3. Bésame mucho, de Carlos González (Crianza)
Quizá fue este libro el que más justifica el título de este post. Al menos, fue el que inició el cambio que me llevó a ser una madre diferente de la que yo pensaba que sería. Lo leí cuando estaba embarazada y fue toda una revelación. Al leerlo me sentí como cuando, tras una discusión en que te empecinas en tu posición, de repente comprendes al otro. Te pones en su lugar, en su piel. Y ya no puedes continuar por el camino que llevabas. Lo dice el propio autor. Hay muchos libros en defensa de los adultos, éste es un libro en defensa de los niños. Y así es.
Y ¿de qué habla? El libro repasa un gran abanico de situaciones, ayudando a comprender por qué el niño hace lo que hace, por qué quiere brazos, por qué llora, por qué tiene celos, por qué no quiere dormir solo. Y explicando, con ayuda de la Historia, el por qué de los cambios en la educación infantil y en la forma de entender y juzgar a los más peques.
Necesario. Compartas o no todos los puntos. Pero necesario como contrapeso a tanto, tanto, tanto libro a favor del adulto. Necesario para amar a tu hijo de una forma más justa y natural, desde el respeto, el apego seguro y la confianza mutua.
4. Mi niño no me come, de Carlos González (Alimentación)
¡Cuántos problemas me ha ahorrado este libro! Cuántas preocupaciones y desvelos, cuántas dudas. La tranquilidad con la que he afrontado los primeros pinitos de la peque con la comida es impagable. Toda la seguridad que tenía en la etapa de la lactancia exclusiva se podía haber ido al garete en cuestión de dos semanas, de ser por la opinología y la creencia popular de lo que deben comer los bebés.
Y ¿de qué habla? El libro, en esencia, desmitifica muchos de los «problemas» de los niños que no comen, o más bien de los adultos que opinan eso. Explicando cómo funciona el crecimiento de los niños y sus necesidades nutricionales en cada etapa y con su toque de historia habitual que, en este caso, como en los demás, ayuda a comprender por qué somos como somos y hacemos lo que hacemos.
Indispensable para no sufrir durante esa etapa incierta que es el inicio de la alimentación complementaria, ni tu peque ni tú.
5. Se me hace bola, de Julio Basulto (Alimentación)
Otro de los libros que me cambió la vida. No sólo reafirmó lo que llevaba un tiempo descubriendo acerca de la alimentación infantil sino que me ayudó a cambiar nuestra propia alimentación. A Julio Basulto le debo una nueva forma de pensar: alimentos vs no alimentos. Abrumadora la cantidad de productos de un supermercado que no son alimentos, que no contienen ningún nutriente más allá de azúcar, calorías y un popurrí escandaloso de añadidos químicos y artificiales.
Y ¿de qué habla? De la comida y del comer. Que tiene más jugo de lo que parece. De la alimentación en cada etapa y de cómo tener unas expectativas razonables y saludables ante lo que comen nuestros hijos. De cómo ofrecer los alimentos, cuándo, por qué. Y de respetar la función de ambos, padres e hijos, en la alimentación. Con unos anexos exquisitamente documentados, que merece la pena leer.
Esencial. Para tus hijos y para ti.
6. Dormir sin Lágrimas, de Rosa Jové (Sueño)
Llegué a él con muchas lágrimas, las mías. Mi hija tenía cinco meses y había empezado el principio del fin. Estaba desesperada, desorientada y hecha polvo. Leerlo fue recuperar el equilibrio en gran medida. Comprender siempre es sanador. Aceptar también. Recuerdo que cuando leí aquella frase de no se preocupe, cualquier niño sano dormirá del tirón en algún momento antes de los cinco años corrí hacia mi marido y grité «¡Cinco años! ¡¡Cinco años!!». Él se llevó las manos a la cabeza y, con expresión de incredulidad y angustia, dijo solamente «Pero si así no llegamos vivos a los cinco años». 😀
Aprovecho y lanzo una reflexión que he leído muchas veces ya: Si lo normal es que un bebé duerma del tirón en pocos meses, y todos lo hacen, ¿por qué tantos libros sobre problemas de sueño infantil? ¿Estamos todos «fallados» o es que las cosas no son como pensamos? Éste libro ayuda con esas preguntas.
Y ¿de qué habla? Despacito y con buena letra, Rosa Jové explica cómo funciona el sueño infantil. Cómo funciona de verdad, y con detalle. Los ciclos de sueño con los que nace el bebé, cómo va adquiriendo nuevos ciclos, cómo afecta cada etapa. El sueño es evolutivo, como cualquier otro aspecto.
No dejes de leerlo si quieres tener un poco de paz cuando tu bebé no duerme como te dicen que debe dormir.
7. El cerebro del niño, de Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson (Educación)
Mi gran descubrimiento. Me lo prestó una amiga y pensé «¡Qué interesante! Así aprendo cómo funciona el cerebro de mi hija y la ayudo a desarrollar su inteligencia emocional». Cuando no llevaba más que unas 15-20 páginas, estaba absolutamente enganchada y mi pensamiento inicial había cambiado a «¡YO necesito aplicar todo esto!». He aplicado con la niña las estrategias y recomendaciones que ofrece para determinadas situaciones y he comprobado que las cosas van mucho mejor sabiendo cómo funciona su pequeño coco. En el mío, sigo trabajando, que llevo mucho más tiempo haciendo las cosas de aquella manera…
Y ¿de qué habla? El libro te explica cómo ayudar a tu hijo en sus diferentes etapas de crecimiento a procesar sus emociones, canalizar sus impulsos mediante el cerebro más superior, integrar los diferentes aspectos de la mente, conectar con el otro (empatía)… Lo mejor de todo, de forma sencilla y amena.
Útil para niños de 0 a 100 años.
Y hasta aquí mi lista. Éstos han sido los libros que han cambiado mi maternidad y, con ello, mi vida.
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Acabo de leer este post, que me ha llevado por el último que has escrito hoy del mando a distancia, y decirte que acabo de empezarlo pero me lo han recomendado mucho «Neuroeducación para padres» de Nora Rodríguez. Acabo de empezar, aún no me he metido en faena y con el poco tiempo que tengo… me cuesta ponerme. Te lo comento porque quizás te interese. y GRACIAS por tu recomentación!!!!! me leeré el de Rosa Jové de crianza, porque en tema sueño y alimentación la verdad que no tengo problema. Pero el tema crianza y educación… cada vez que me preocupa más.
No lo conocía, me lo anoto! También ha salido ahora de Alberto Soler el de Padres felices, hijos felices, que seguro que está genial (me encanta Alberto Soler)
Leído Carlos González y Julio Basulto, confirmaron cosas que ya pensaba y me sirvieron de apoyo para luchar contra viento y marea con lo que creo. Sobre el sueño, me interesa mucho el tema, nosotros seguimos con el colecho por muy raro que todo el mundo alrededor lo vea, mi niño se duerme nada más a la teta o en brazos y eso a veces desespera… cuando está malito, cuando le duelen los dientes, es agotador. Muchas veces envidio a quienes dicen que los suyos duermen genial pero a la vez me pregunto si no habrán dejado que lloren tantas veces como yo me negué a hacer desde el principio.
Ficho a Rosa.
Hola Diana! Fíchalos todos que son geniales 🙂 Un abrazo!
Un libro muy bueno, aunque no sea de crianza en sí, es «Usted puede sanar su vida», de Louise L Hay. Te enseña que comentarios, etiquetas o unas palabras desafortunadas pueden quedar impresas en el subconsciente del niño de por vida y cómo actuar para evitarlo o ayudarle a superarlo.
¡Gracias por tu comentario! Sí, es un libro muy interesante. Hay tantos libros que es recomendable leer, ¿verdad? 🙂
Gracias por las recomendaciones! Hay algunos que no conocía, aunque he sido más de leer blogs, artículos, etc.
¡Gracias por tu comentario! Sí, yo también. En futuros posts compartiré los blogs que más me han ayudado en mi caso personal. Te recomiendo nuevamente los libros de este post, son geniales 🙂
Muchas gracias por tu aportación, me siento tan identificada… yo lo pasé fatal con mi primer hijo y de haber abandonado me habría arrepentido eternamente.
Con mis otros dos hijos, ya lo hice de manera diferente (pq ya era experimentada) y la verdad que lo disfrute muchisimo. No sabes lo que es, hasta que lo sientes en tus carnes.
Gracias por tu aportación de nuevo. Bonito blog.
¡Gracias por tu comentario! Y por tus palabras. Me alegro mucho de que te sientas identificada. Está claro con que el primer hijo te pilla por sorpresa todo, por más que leas y releas y creas que sí, que estás preparada. Pero la maternidad no funciona con teoría, ¿verdad? sino acumulando práctica… Después del primer hijo te quitas la «L» y ya va mejor. Esa parte la supongo, aún tendré que recuperarme más de las noches sin dormir con Bichito para plantearme repetir 🙂
Imprescindibles los libros «Cómo hablar para que los hijos escuchen y cómo escuchar para que los hijos hablen», de Adele Faber y Elaine Mazlish. Sobretodo para nińos un poco más grandes, ya no tan bebés…
Y cuando hay hermanos, «Hermanos, no rivales» de las mismas autoras.
¡Gracias por tu comentario! Me los anoto, el primero sobre todo me intriga y me despierta muchas ganas de leerlo. ¡Gracias por tu aportación!
Yo he leído «un regalo para toda la vida» estando embarazada, me gustó bastante y sentí que podía hacerlo, pero se me fue todo al garete cuando me tocó vivirlo en mis propias carnes..por lo que ahora no soy capaz de leer nada de estos dos autores porque me pongo muy triste con todo lo relacionado con la lactancia materna..me siento herida y bastante frustrada..y espero algún día poder «curarme» de esta sensación. Aún así, son lecturas muy recomendables y enriquecedoras.
¡Gracias por tu comentario!
Es normal que tengas un sentimiento de pena cuando algo que querías hacer no funciona y debes tomar otro camino, siempre que sufrimos una pérdida, aunque sea de una ilusión o intención, es necesario un duelo. Hay una gran exigencia con ser una mamá perfecta, además, y siempre estamos expuestas a sentimientos de frustración, impotencia o culpabilidad. En mi caso particular, la lactancia fue de fábula, pero siempre me quedará una pequeña espinita en el corazón con el embarazo, pues no supe o pude disfrutarlo como tantos libros y comentarios me decían que lo haría. Hay que superarlo poco a poco, aceptarse como madre y aceptar lo que ocurra, lo bueno y lo no tan bueno, lo que esperábamos y lo que sucedió. El tiempo todo lo asienta. Eres la mejor madre para tus hijos 🙂
Yo leí «Un regalo para toda la vida» cuando mi primera lactancia ya estaba en el garete, y lloré mucho, muchísimo, por haber sido incapaz. Pero me prometí que la segunda vez sería distinto y lo ha sido. Carlos González ha ayudado a muchas mamás a reconectar con nuestro instinto, espero que la siguiente vez que le leas te ayude a sanar esa espinita, verás que no lo lees de igual manera.