Hija mía, sé simplemente TÚ

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Fuente: Pixabay

Que nadie te diga que debes vestir de rosa porque «es de niñas». Que nadie te diga que no debes vestir de rosa porque «es de niñas». Ponte de rosa, de azul, de amarillo y de naranja. Ponte camisetas con cocodrilos y con princesas. Ponte faldas y ponte pantalones. Ponte lo que te guste, con lo que te sientas cómoda, con lo que te sientas TÚ. Hazlo ahora de niña y hazlo después, de adulta. Vístete para ti.

Que nadie te diga que debes jugar con muñecas y cocinitas porque «son de niñas». Que nadie te diga que no debes jugar con muñecas ni cocinitas porque «son de niñas». Crea recetas imposibles en tu cocinita, acuna a tu bebé porque es muy chiquitín, juega con tu cinturón de herramientas, llévate al parque la excavadora y el dinosaurio, disfrázate de hada y de leopardo, sé la damisela y el pirata. Juega con todo lo que te atraiga y te divierta, con todo lo que te guste, con todo lo que quieras TÚ. Hazlo ahora de niña y hazlo después, de adulta. Busca las cosas que te gusten a ti.

Que nadie te diga si un deporte es «de niñas» o no. Haz patinaje o snowboard, apúntate a clases de ballet o a un equipo de fútbol. Salta a la comba, haz volteretas, repta como un comando. Juega a todo aquello que TÚ quieras, aquello que te divierta, te guste, te atraiga y te apetezca.

Que nadie te diga si una película o una serie es «para chicas» o no. Ve al cine a ver películas románticas, ve a ver películas de acción, ve a ver todas las que TÚ quieras. Hazte fan de Crepúsculo, de X-Men, de Disney y de Marvel. Ponte Sexo en Nueva York y Breaking Bad, la que a ti te guste. Y si te gustan las dos, ponte las dos. Disfruta de aquello que te haga disfrutar, porque el género no importa en el ocio, ni el de lo que ves ni el tuyo.

Que nadie te diga si una profesión es «de mujeres» o no. Estudia enfermería o ingeniería, decoración de interiores o informática. Sé profesora, astrónoma, abogada, fotógrafa, farmacéutica, policía o arquitecta. Estudia sólo aquello que realmente quieras aprender y dedícate sólo a aquello a lo que te quieras dedicar. Sé lo que quieras ser porque es tu vida y la tienes que vivir TÚ.

Que nadie te diga que debes ser madre porque «eres mujer», que nadie te diga que no debes serlo para demostrar nada. Ten hijos si TÚ sientes, en tu interior, que quieres tenerlos. No te quedes a criarlos en casa porque sientas que debes hacerlo, no dejes de quedarte a criarlos si sientes que quieres hacerlo. Escúchate, sólo tú sabes si quieres ser madre y la madre que quieres ser.

Que nadie te diga cómo debes actuar, qué debes desear, cuándo debes hablar o callar… por ser mujer.

Que nadie te anule, que nadie te cambie, que nadie te condicione… por ser mujer.

Que nadie te haga sentir que vales menos, que nadie te pida que cobres menos, que emprendas menos, que luches menos, que sueñes menos… por ser mujer.

Que nadie te diga cómo debes ser… por ser mujer. Hija mía, tú sé simplemente… TÚ.

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