Desde este espacio he hablado mucho sobre seguridad infantil en el coche. Sobre todo acerca de por qué los más peques deben viajar a contramarcha, como ya sabrás si me lees, porque he intentado ser un potente altavoz para un mensaje que siempre me ha parecido vital, en su sentido más literal. Pero la seguridad no termina ahí. Hay otras cosas a tener en cuenta para no correr riesgos innecesarios y, en ocasiones, realmente peligrosos. Y estos días de tantísimo frío me parece crucial hablar de algo MUY importante a tener en cuenta al sentar a los peques en sus sillas de coche: los abrigos.
Soy la primera que estoy viviendo el problema en mis carnes. Y en las de mi hija. Bajamos al coche por la mañana temprano y está helado. Helado que duele sentarse porque los asientos parecen carámbanos. Helado que hasta el aire del garaje corta la cara. Que estamos en semana de ventiscas de nieve, narices, y hace un frío que pela. ¿Cómo voy a meter a la niña sin el abrigo, para que se me acatarre en el trayecto al cole, hasta que el coche se temple?
Bien, pues metiéndola. Porque con abrigo NO la voy a sentar en la silla, de ninguna de las maneras. No me he informado tanto sobre seguridad para cagarla ahora con algo tan básico y poner la vida de mi hija en peligro. En invierno también hay que viajar seguro 😉
¿Por qué es peligroso sentar a los peques en la silla con el abrigo puesto?
Uno de los puntos clave para mantener la seguridad de nuestra silla de coche es ajustar correctamente los arneses, de forma que queden bien pegados al cuerpo del peque y, en caso de impacto o frenazo brusco, éste se mantenga bien sujeto al asiento.
Pero, cuando dejamos puesto un abrigo, no ajustamos los arneses a su cuerpo sino al abrigo, que suele ser una prenda voluminosa, mullida o abultada. Una prenda que crea una barrera virtual entre el peque y los arneses porque en el momento del impacto, se desinfla y deja un espacio con el que no contábamos, pensando que el niño estaba muy bien atado a la silla.
Cuando los arneses quedan holgados (aunque no nos lo parezca por el acolchado del abrigo) dejan de cumplir su función de retención. El cuerpo del peque no sólo sufre una tracción más violenta por ese movimiento que van a permitir al estar mal ajustados sino que, dependiendo del tipo de impacto, la holgura y el tejido del abrigo, que en muchos casos es resbaladizo, el niño puede salir literalmente despedido, escurriéndose fuera de las sujecciones.
¿Cómo puedo asegurarme de si la ropa de abrigo que llevan es excesiva o puedo sentarlos así?
Quizá llevemos al peque con una cazadora fina y un chaleco plumas encima y dudemos. ¿Tengo que quitárselo todo? ¿No abultará también este jersey de lana, que es muy gordito? No se trata de que vaya en manga corta en pleno diciembre, sino de comprobar si las prendas que lleva son excesivamente gruesas y calcular cuánto se pueden comprimir en caso de que tengamos un susto al volante y el arnés tenga que actuar para proteger a nuestro hijo. Para esto:
Comprueba si la prenda resbala excesivamente y, de ser así, retírala directamente (tejidos impermeables tipo plumas, por ejemplo).
Comprueba la holgura que produce la prenda:
- Sienta al peque con la prenda de abrigo que querrías dejarle puesta y ajusta los arneses.
- Desabrocha los arneses sin aflojarlos, saca al peque de la silla y quítale la prenda de abrigo.
- Vuelve a sentarlo en la silla, abrocha los arneses sin variar el ajuste y comprueba si puedes pasar 2 o más dedos entre el arnés y la clavícula del peque. En ese caso, tu hijo no viajará seguro, no le pongas esa prenda de abrigo.
¿Cómo llevo a mis hijos de forma segura cuando hace tanto frío?
Para que los peques viajen seguros está claro: hay que llevarlos sin prendas de abrigo que puedan interferir en la seguridad de los arneses pero, en lo más crudo del invierno, esto puede suponer un problema. Lo que prima es la seguridad pero no por ello vamos a dejar que los pobres cojan una pulmonía. Toca ser lógico y creativo:
Si puedes, lo ideal es poner la calefacción un par de minutos para templar el coche antes de quitar el abrigo a tu hijo y sentarlo en su silla.
Pero, si eres como yo y siempre vas con el tiempo pegado al culo, tienes más opciones:
- Llevar una mantita en el coche para taparle una vez sentado y ajustado.
- Ponerle el abrigo por encima una vez sentado y ajustado.
- Ponerle el abrigo del revés, con los bracitos metidos en las mangas una vez sentado y ajustado.
Y si no, siempre queda la opción de hibernar y salir cuando llegue la primavera, que es la que me gustaría a mí, aunque ¿quién puede permitírselo? 🙃
Mientras eso no sea posible no nos va a quedar más remedio que seguir velando por la seguridad de nuestros hijos llueva, truene o hiele.
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Gracias! Lo había oido pero realmente no sabía cuál era el motivo. ¿También es así cuando van los niños más mayores en alzador? Porque entonces los adultos también deberíamos quitarnos los abrigos, no?
Hola María! El cinturón ajusta de forma diferente al arnés pero sí, para que viajen seguros deben ir sin abrigos, especialmente viajando a favor de la marcha donde la inercia es mayor. Niños de 0 a 100 años 😉 Un abrazo!
Nosotros nunca usamos abrigo. En el carro un jersey gordito con su gorro y braga y dentro del saquito. Cómo mucho unos calentadores en los brazos. En portabebé compartiamos abrigo de porteo. Al llegar al coche, una manta por encima y van igual de abrigados que con el abrigo pero más seguros y cómodos ^_^
Y si el coche está tan helado un saquito de semillas calentito de casa 😉
Pues hacéis muy bien 🙂 Qué gusto leerlo, gracias por compartirlo. Un abrazo
pues nunca lo había pensado, sí es verdad que suelo ponérselo por encima o al revés porque le hace gracia y dice que está más calentita, pero no lo había visto desde este punto… ¡gracias por la info! 🙂
Encantada de ayudar en la seguridad de los peques! Un abrazo 🙂
Totalmente de acuerdo, en el coche prefiero que no se abriguen solo llevan la camiseta interior y la camiseta manga larga, porque después con la calefacción sudan, me apunto tu idea de llevar una manta porque con tanto frío suelo ponerles por encima mi abrigo y no va bien, pues se les cae, y los cinturones bien puestos!
Hola Silvana! Además de la manta, prueba a ponerles el abrigo del revés metiendo los brazos en las mangas, como si quisieras abrocharlo en la espalda. Calentitos, calentitos. Lo único que no puedes quitar es el primer minuto sobre una silla fría hasta que templa, salvo que pongas un ratito la calefacción primero, pero no siempre hay tiempo. Un abrazo!