Disneyland con niños pequeños: trucos y consejos para organizar el viaje

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Como ya sabéis, este mes hicimos nuestro viaje piloto con la peque. Quitando las vacaciones en la playa, era la primera vez que hacíamos algo los tres. Un viaje de los de turismo, de los de pagar y tener que ver y hacer cosas. Uf, me echaba para atrás una barbaridad pensar en organizar uno con ella muy pequeña, gastar un montón de dinero (porque viajar fuera es lo que tiene) y quedarnos a medias en todo: en lo que ella necesitaría siendo peque (descansar, jugar, tener un mínimo de rutina habitual) y lo que necesitaríamos nosotros (ver todo lo posible del lugar al que fuéramos y exprimir el viaje). Así que no nos hemos animado hasta este año, que ya cumplía cinco años. Una edad en la que, aunque a lo mejor de mayor no se acuerda de mucho, ya es posible disfrutar y organizarse de otra manera. Así que, a pesar del ansia que tenemos por volver a hacer viajes largos, exóticos y nuevos, decidimos estrenarnos en familia con un clásico que nunca falla: Disneyland París.

Aprovechando que me habéis escrito con algunas preguntas sobre cómo lo hicimos, os cuento un poco nuestra experiencia y algunos trucos y consejos para organizar el viaje lo mejor posible: cuánto tiempo es necesario allí, cómo desplazarte, dónde alojarte y cuándo es mejor reservarlo para que económicamente salga algo tolerable (nunca barato, empezad con esa idea en la cabeza). Como es una LOCURA de información, me dejo para otro post todo lo relacionado con moverte allí en el parque: truquis para minimizar las colas, consejos y curiosidades, qué atracciones y espectáculos sencillamente NO puedes perderte y cómo comer (y beber) en el parque sin arruinarte en el intento.

Partamos de la base de que yo no dejo nada al azar cuando organizo un viaje (bueno, cuando organizo cualquier cosa) y que mi marido me llama Rastreator casi desde que empezamos a salir (a veces hasta ladro de respuesta como el perro del anuncio, aquí nos divertimos con poco XD). Así que os podéis imaginar que me miré TODO lo que había en la red sobre el tema. Transporte, restaurantes, atracciones, precios, blogs con experiencias, foros… Hasta me hice un word. Os cuento las conclusiones que extraje y que definieron cómo fue nuestro viaje:

¿Cuánto tiempo hace falta en Disneyland?

Esta era la primera pregunta, que condiciona todo los demás. Teniendo en cuenta que saldría más barato comprar lágrimas de unicornio que sumar un día extra en Disneyland, quería encontrar el tiempo justo, el preciso y necesario, que no falte pero que no sobre, por favor, que no está la vida para tirar cantidades ingentes de dinero porque sí.

Nosotros cogimos un paquete de dos noches, con tres días de entrada al parque. Dudamos mucho, mucho si apurar más y lo descartamos porque no queríamos ir con la lengua fuera. Dudamos también si ir más de tranqui y en cuanto vimos el precio de tres noches nos tuvieron que reanimar. Así que tiramos por la opción intermedia…. con un truqui. Sumamos una noche más pero en París, mucho más barata, que nos permitió aprovechar al máximo el primer día sin llegar agotados de un vuelo (y ver un poquito de París con la peque el día anterior). Quien dice París dice otro hotel de los que hay cerca pero fuera del parque, en los que puedes pagar una cantidad normal y razonable que no incluya cederles en testamento a tu primogénito.

Con una niña de cinco años, tres días en el parque llegan bien. Con niños más pequeños, no sabría deciros. Valorad cuánto podéis forzarles la máquina por un lado (aguante, siestas…) y también si se van a enterar y disfrutar lo suficiente como para que un día más marque una diferencia para bien.

¿Hay alguna opción que sea mejor para desplazarte?

El parque está super bien comunicado, así que tenéis varias opciones. Para ir desde/a París, lo mejor es coger el RER, el equivalente al cercanías. Depende un poco de la parada de origen/destino pero para que os hagáis una idea, desde el centro es un poco más de media hora. El precio razonable, 19 euros tres personas.

En cuanto al aeropuerto, depende de con cuál queráis comunicar. Si podéis, lo más cómodo es conectar Disney con el aeropuerto Charles de Gaulle, porque hay un tren de alta velocidad que te deja en la puerta del parque en diez minutos, todo un lujo. Saberlo de antemano es útil a la hora de elegir los vuelos. Si lo cogéis con tiempo, podéis pillar buenas ofertas. Por 47 euros pueden ir tres personas.

Si os suena mucho así a priori, a poco que miréis vais a ver rápido que desplazarse en París es caro. Salvo que vayas en RER y metro o en autobuses de línea, que te puede salir por menos de la mitad pero tardando hasta hora y media según lo que conectes, las alternativas salen parecidas. Por ejemplo, el parque ofrece autobuses directos a ambos aeropuertos pero tardas algo más de media hora y creo recordar que nos salía más caro, rondando los 60 euros.

¿Dónde alojarse?

Es otra gran pregunta, y hay muchas respuestas válidas que dependerán de cómo queráis hacer el puzzle y qué prioricéis. Y esto va a depender de muchas circunstancias personales.

La opción más barata son los hoteles que hay fuera del parque. Están generalmente a una parada de tren (tipo cercanías) y por cien euros por noche más o menos puedes encontrar alojamiento. Las entradas las puedes coger aparte (ojito, son caras, las de un día salen entre 70 y 90 euros para los dos parques por persona según el tipo de entrada que compres) o, en algún caso, combinarlas en un paquete que te gestionan desde la web oficial. Es más barato (o siendo más precisos, es menos caro) PERO pierdes por otro lado: estás lejos (con peques el poder volver a una siestita puede ser crucial para un buen viaje) y estás fuera, con todo lo que implica (como tener que pasar los controles cada día, con su correspondiente cola o no tener acceso al extra magic time).

La opción más cara son los hoteles del parque. Los baratos salen a precio de oro y el caro te deja bizco pero tienen sus ventajas. Aquí dudamos muchísimo valorando qué priorizar y al final decidimos que en ESTE viaje en particular con todas sus circunstancias y sin que sirva de precedente, íbamos a priorizar COMODIDAD. A ponérnoslo fácil. Con una niña de cinco años habituada a dormir siestas infinitas y un primer viaje fuera sin saber aún qué tal saldría el experimento, no nos la quisimos jugar. Nos fuimos al Hotel Disneyland. Con una muy buena oferta (ahora os cuento) pero aún así, joder, cómo duele. En este hotel o en otro, es un viaje caro, tenedlo muy presente. Caro «para lo que es». Para tan pocos días y tan cerca. Pero son lentejas y es un viaje que tiene su magia, así que intenté que mi mente no se pusiera en plan «podríamos haber ido una semana a Tailandia por este dinero» y disfrutar.

Aunque me costó mucho decidirlo, no me arrepiento de haber ido al Disneylad. Volver a dormir un ratito después de comer, tener el hotel de paso entre los dos parques (subimos hasta para hacer pis), caernos de la cama y estar en la taquilla del parque y no reventar más a la niña (ni a los padres) al salir… se nota lo que no está escrito.

Eso sí, nos lo planteamos solamente porque podíamos acceder a una oferta que estaba muy bien: 25% de descuento y media pensión Premium incluida. Y esos dos desayunos y comidas incluidos son una pasta gansa que te ahorras.

Encima al ser Premium tienes acceso a TODOS los restaurantes que hay y puedes coger los que suponen una experiencia extra. Nosotros cogimos una cena con los personajes en el restaurante del hotel y una comida con las princesas en el restaurante de la Cenicienta en el parque. Si hubiera tenido que pagarlos por mi cuenta, me habríais visto en la sección de sucesos fijo, bien porque me diera un infarto al ver el ticket, bien porque me volviese loca y quemase el restaurante gritando peroestoqueeeeees: 176 euros sale la de los personajes y es la «barata» de las dos, que las princesas son 199 euros (dos adultos y un niño, si sois más, seguid sumando). Que te salgan gratis te hace sentir que vuelas sin necesitar a Campanilla, la verdad.

¿Merecen la pena? ¿Son un punto a valorar para decidirte con el tema del hotel? Pues sí y no. A nivel comida, NO. Rotundo. La comida está entre aceptable y mñe. A nivel experiencia… para los peques es una pasada. Vienen a la mesa, hablan contigo, te sacas fotos, te abrazan, te firman autógrafos. Los ves a todos sin esperar ni una cola, mientras comes tranquilito. Así que no sé si como para decidirse pero, si tenéis la opción, gastad los tickets de media pensión en esas dos, que son las más caras y especiales del parque. Y ¡ojo! Reservad con TIEMPO. Sí, en mayúsculas. A dos meses vista ya empezaban a escasear horarios. Ni se os ocurra presentaros en la puerta con una sonrisa porque muy probablemente no podáis comer.

¿Merece la pena reservarlo con tiempo?

SÍ. Totalmente. Nosotros reservamos en febrero para viajar en junio. ¿Por qué tanto? ¿Somos muy ansias? No, tiene su explicación.

Normalmente con cinco o seis meses de antelación sacan la primera oferta para cada fecha. Por ejemplo, en invierno ya sacan una primera oferta para primavera-verano. Esa es la mejor que vais a poder pillar. Cuando termina esa sacan otra, y otra, y van sacando periódicamente pero cada vez con descuentos menores. Si podéis, coged la media pensión, de verdad que merece la pena, en el próximo post lo veréis cuando os diga precios.

Os recomiendo reservarlo en la página oficial y rascar mucho buscando la mejor oferta si tenéis flexibilidad. Me miré todas las combinaciones de junio posibles hasta encontrar la más barata. Me jode fastidia mucho pagar más dinero por lo mismo así que siempre me lo miro TODO. Entre una fecha y otra llegó a haber 800 euros de diferencia, no os digo más. Rastreadlo bien. Y si podéis evitar julio y agosto y fines de semana, mejor. La diferencia de gente de jueves a sábado fue brutal y eso que aún estábamos en la primera quincena de junio.

También os recomiendo que, cuando os salga un desplegable en la zona derecha de la web ofreciendo llamaros gratis, lo hagáis. Te llaman del parque con una atención exquisita y resuelven todas tus dudas, incluyendo cosas como ¿cuándo suele llover más, en mayo o en junio? Te aconsejan muy bien.

Y hasta aquí llego hoy. Otro día os hablo de qué hacer (y cómo) cuando ya estéis en el parque para disfrutarlo al máximo y economizar también al máximo tanto en tiempo y energía como en dinero 😉

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