Cuándo pasar del capazo a la silla y por qué

Cuando pasar del capazo a la silla

Foto: ©Unamamadeotroplaneta

Con los peques hay muchas cosas que se hacen mal. Me voy a explicar, que no cunda el pánico, que no he empezado fuerte como el 2021 🙂 . Cuando digo que hay muchas cosas que se hacen mal me refiero a que muchas veces damos pasos (o utilizamos trastos) que provocan algún perjuicio objetivable. Es el caso de las mochilas colgonas, por ejemplo, aún peor si el bebé va mirando hacia fuera (de esto ya os hablé hace tiempo). O del uso tan extendido del huevito o grupo cero en el chasis de la silla de paseo durante largos períodos de tiempo. O de los tacatacas, que felizmente se van usando ya de forma residual. Y es que utilizar algo que no debemos, para un uso distinto de aquel para el que se ha diseñado o antes del momento adecuado puede provocar problemas. Y la mayoría de las veces ni lo sabemos.

El capazo y la sillita entran en esta categoría porque precipitarnos también puede ser perjudicial. Por ello os aporto mi recomendación no como madre sino, sobre todo, como fisioterapeuta: ¿Cuándo habría que pasar al bebé del capazo a la silla y, sobre todo, por qué?

Lanzo ese «cuándo» y ese «por qué» al aire y os oigo pensar en todo lo que os han dicho alguna vez o habéis leído aquí y allá:

  • Cuando el bebé tenga por lo menos cuatro meses.
  • Cuando empiece a estar incómodo, irritable, y pida que le cojas.
  • Cuando levante la cabeza queriendo mirarlo todo.
  • Cuando pese más de 6 kilos.
  • Cuando el capazo se le empiece a quedar pequeño, sobre todo si se duerme con los bracitos hacia arriba y no cabe bien.
  • Cuando venga una ola de calor de las gordas porque en el capazo se cuecen.
  • Cuando…

Estoy segura de que os han dicho alguna en algún momento, o incluso varias, con un «eso ya lo vas a ir viendo tú». ¿Y cuál de todas es la correcta? Ninguna, en realidad.

La correcta es: cuando su desarrollo lo permita. 

Y puede ser que esto ocurra cuando tenga seis meses… pero puede que no. Puede que cuadre con los percentiles de tamaño y peso por los que nos habríamos podido guiar… pero puede que no. Porque cada bebé es un mundo y alcanza hitos de desarrollo a SU propio ritmo. Así que, por favor, nunca os guieis por otra cosa que no sea el desarrollo.

Y ¿a qué me refiero cuando digo esto? ¿En qué debemos fijarnos para dar el paso de cambiar al bebé a la sillita? Os dejo dos indicadores, el ideal y el mínimo.

El ideal: cuando pueda sentarse por sí mismo.

Cuando un bebé es capaz de llegar él solo a la posición de sedestación (es decir, es capaz de sentarse él solito), la musculatura de su espalda y su columna vertebral están lo suficientemente desarrolladas para estar sentado. En la sillita, en la trona o destruyendo mundos junto a la mesita de centro.

¿Cuál es el problema de esperar al punto ideal? Que este hito suele alcanzarse más bien «tarde» (sobre los ocho meses como referencia aproximada, repito, cada bebé lleva SU ritmo) e incluso con los bebés más chiquitines en percentiles, a esas alturas no suelen caber en el capazo, o han sobrepasado el peso máximo que éste admite. Así que, la mayoría de las veces, nos tenemos que guiar por…

El mínimo: cuando controle la cabeza y el tronco.

Y los controle de verdad, que muchas veces el ansia nos puede y nos emocionamos porque el peque ha aguantado un segundo y medio antes de desparramarse y ¡ya es tan grande! ¡si ya se aguanta y todo! (durante un segundo y medio).

Para comprobar ese punto mínimo de desarrollo musculo-esquelético debemos sentar al bebé sujetándole por la pelvis y ver si controla el tronco y la cabeza. Es decir, si puede aguantarse en esa posición sin volcarse hacia los lados o irse de morros, SOLO sujetándole la pelvis.

Si esto no ocurre todavía, es demasiado pronto para cambiar del capazo a la silla. Y si realmente el capazo nos da problemas (porque no cabe bien, no quiere ir en él, etc.) lo mejor sería valorar el porteo como alternativa, aunque sea temporal hasta que podamos usar la silla sin riesgo.

¿Por qué es importante no cambiar a la silla antes de este punto?

Porque puede tener consecuencias a nivel musculo-esquelético, al adoptar la espalda una posición incorrecta.

Mucho cuidado con esto: los bebés SIEMPRE tienen que tener una postura ADECUADA para su nivel de desarrollo. Si la postura es incorrecta estaremos haciendo oposiciones a lesiones musculares y osteoarticulares de toda índole y «gravedad», desde dolores de espalda y contracturas hasta desviaciones de columna como escoliosis.

Mis consejos

  1. Pasar a la silla es estimulante y abre todo un mundo para ellos pero, de verdad, no vale la pena tener problemas por correr demasiado. Y no todos los problemas son reversibles. Esperad SIEMPRE a que el nivel de desarrollo lo permita (en el carrito y en todo).
  2. Elegid un cochecito que tenga un capazo grande. Los aerodinámicos pueden triunfar si vuestro gusto es minimalista y pueden tentaros si andáis justos de espacio pero en tres meses os van a empezar a dar problemas. Cuanto más grande sea el capazo, más puede crecer el peque entrando en él con comodidad, y menos problemas tendréis vosotros.
  3. Elegid un cochecito que tenga una buena silla, con buenas posiciones de reclinamiento, con una posición máxima casi horizontal y una hamaca lo más ergonómica posible, para que la espalda no esté en una posición forzada.
  4. El huevito NO vale como sustituto del capazo, ni como fase intermedia. Si solo lo usáis diez minutos, desde el coche hasta casa, no hay problema. Pero la posición que adoptan los bebés en este dispositivo no es adecuada para períodos largos de tiempo.
  5. Si tenéis dudas, consultad siempre a un fisioterapeuta especializado. Ojo con esto porque no todos los fisios sabemos de todo ni muchísimo menos. En cuestiones pediátricas, sobre todo cuanto más pequeñito sea el peque y más si hablamos de bebés, consultad siempre con un fisio ESPECIALIZADO.

Lo que os comentaba de la hamaca es lo que más me gustó de nuestro carrito actual. La hamaca es una pasada. El capazo es mono, no digo que no, pero a mí lo que me flipó del Joolz Day+ fue la sillita. Preciosa e hiper cómoda de usar. ¿Me tienta usarla? Pf, ni lo imagináis, la he bajado al trastero para no verla porque me muero de ganas de estrenarla.

Por apetecerme, le habría cambiado ya. Por logística, ídem, quitarse el capazo de en medio siempre lo facilita todo. Por tamaño, también. El capazo es bastante grande pero estamos hablando de un percentil noventa y tantos de altura. Con cuatro meses ya íbamos justitos, os lo compartí en redes. Peeero todavía nos falta una chispita.

Estoy segura de que ya quedan dos telediarios, veo un avance casi por días a nivel locomotor. Propiocepción, coordinación, equilibrio, fuerza. Llegados a este punto, seguramente podría ponerle ya en la posición más reclinada de la hamaca pero ¿para qué correr? En casa alternamos porteo y carrito y estamos en medio de una ola de frío histórica así que, de momento, vamos a dar ese pelín más de margen que nos falta para hacerlo fetén. ¡Ya os contaré cuando baje al trastero a por nuestra sillita!

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Y, si quieres contarme tu punto de vista o tu experiencia, me encontrarás siempre al otro lado en comentarios o en redes 🙂

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7 comments

  1. María Jesús says:

    Buenas tardes, leyendote cuando indicas que es preferible que la sillita se tumbe completamente horizontal, las Bugaboo no lo hacen, esas no las recomiendas? Gracias

  2. Katy says:

    Un gran post, gracias! Entiendo que si ya cumple los niños, podría empezar a usar la silla, pero…sería mejor seguir favoreciendo el porteo hasta que sepa sentarse sola? Muchas gracias, saludos

  3. R says:

    Hola, siempre que hablas de la silla te refieres a que el bebé vaya sentado…en caso de llevar la silla reclinada al máximo todo el tiempo, habría opción de cambiar antes?
    Mil gracias

  4. Leire says:

    Hola, y se puede llevar al bebé boca abajo en el carrito? La mía cabe perfectamente, pero se aburre de ver el cielo y techos, así que le ponemos boca abajo a ratos (10-15 minutos) y se entretiene pq se incorpora bastante y va viéndolo todo. También porteamos, pero no siempre podemos.
    Gracias

  5. María says:

    Qué falta me hacía leer tu post!! Bebé de cinco meses y medio, que sujetando pelvis aguanta 10 segundos, percentil alto, no entra en el cuco, ola de calor, no quiere porteo si hace calor… Silla a 180° y unas ganas terribles de sacarla. Gracias a tu post, renovamos fuerzas y seguimos con mochila y capazo!!

  6. A says:

    Nuestra bebita no acepta el capazo. Siempre porteamos pero también tenemos ganas (y nuestro cuerpo necesita) llevarla en carro alguna vez… La silla de nuestro carro se pone totalmente horizontal. Aun así, hay que esperar lo que has dicho? O se podría un poco antes? Gracias!!

    • Carita says:

      Hola! Cuanto más puedas ajustarte al desarrollo de tu bebita, mejor 🙂 No sé cuál es tu silla, en algunas (si se pueden reclinar del todo y tienen buena sujeción del cuello y la espalda) sí podrías «adelantar» un pelín. Un abrazo!

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