Cómo preparar una fiesta de cumpleaños temática (y no morir en el intento)

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Foto: ©Unamamadeotroplaneta

No hay nada que dé más alegría que el cumple de tus hijos. Ni más trabajo. Por lo menos, si tienes la intención de hacer algo especial, diferente u original. Pero la alegría que da ver el resultado y la emoción de los peques al descubrir lo que has creado para ellos ese día que en esa edad es mágico lo compensa todo. Eso sí, para conseguir el mejor resultado sin volverte tarumba durante su preparación te dejo algunos consejos e ideas:

1. Prepáralo con tiempo

Esto de los cumpleaños es como lo de los exámenes: o los preparas con tiempo, cuando parece que todavía queda mucho, o te ves el día D con todo a medio hacer y altos niveles de estrés ay-que-no-llego.

Aunque todavía no te metas en faena, comienza aproximadamente un mes antes a pensar qué te gustaría hacer o cómo apañar lo que te pide el peque (si ya tiene edad para contarte esos sueños para su cumpleaños que deberás intentar hacer realidad). Así tendrás un par de semanas para ir buscando ideas, mirando opciones, calculando tiempos y, cuando realmente se empiece a acercar el día del cumpleaños, podrás ir a tiro hecho y sin (muchas) sorpresas.

Porque siempre las hay. Después de un mes rastreando todo lo que contuviese Vaiana en internet, almacenando ideas para valorar si me sentía capaz de reproducirlas, inspirándome, decidiendo todo para poder ir «a poquitos», de repente surgieron imprevistos por todas partes y el planning se fue al garete en dos minutos. La peque se nos puso malita, con unos picos de fiebre que nos tuvieron como pollos sin cabeza los días previos (y que le duraron el propio día del cumple😫)… y tocó correr.

Si no llego a tenerlo todo pensado de antemano, tengo clarísimo que nos habríamos quedado sin cumple temático, con algo mucho más básico y de última hora. Que tampoco pasa nada, no hay que perder de vista el significado real de ese día. Pero me habría dado mucha pena no poder hacer algo especial no por falta de ganas… sino de previsión.

2. Compra al menos una parte ya hecha

Mola un montón hacer las cosas una misma. Dejar un pedacito de ti en cada detalle, con tu esfuerzo y tu amor como ofrenda en cada rincón. A mí, que soy de natural detallista, me encanta. Soy de las que hace corazones sobre la tabla de cortar cuando pica los pimientos verdes y saca las piedrecillas del jardín zen para armar una frase de buenos días con ellas (o lo hacía, cuando tenía tiempo). Es tan bonito y tiene tanto valor currarse las cosas…

Pero no hay que perder tampoco la perspectiva. Con preparar artesanalmente algunas cosillas ya vas bien, como comprobarás una vez tengas las manos en la masa. Si pretendes hacerlo TODO, más vale que te plantees pedir una semana de excedencia.

Busca un punto medio. ¿Para que crear una guirnalda artesanal que te lleve dos horas, por ejemplo, cuando puedes comprarla hecha e invertir ese tiempo en detalles más originales?

En algunas cosas merece la pena liarse la manta a la cabeza: porque tengas una idea muy clara de lo que quieres, porque te parece algo muy importante y especial o porque por más que buscas no encuentras nada hecho. Pero muchas otras las hay estupendas ya hechas. Hoy día, además, hay una inmensa oferta para comparar y elegir y a buen precio (a veces te cuesta más la manualidad, aunque merezca la pena)

En nuestro caso, como la fiesta era sobre Vaiana (una de las películas que vemos en un bucle infinito) hicimos artesanalmente pequeños detalles para la comida como los ojos de los cangrejitos o las velitas de barco, un tiki para la puerta de entrada, un centro de mesa de cocopiratas con cocos de verdad… un buen puñado de cosas. Pero muchas otras, ni me lo pensé y las busqué hechas. Rastreé todas las páginas que encontré y al final las pedí en fiestasmix.com, que me mandó un montón de cosas preciosas de un día para otro y sin complicarme nada la vida.

3. Armoniza la decoración

Reconozco que yo para esto soy muy quisquillosa. Si creo una decoración temática la cuido al detalle. Aunque parezca una tontería, se nota. Es como una melodía… si hay una nota que no cuadra se percibe aunque no se sepa de dónde viene la discordancia.

Busca que los colores peguen con la idea de tu fiesta y armonicen entre sí. Eligiéndolos bien puedes aportar un toque sobrio, elegante, divertido, loco, dulce… No mezcles cosas raras ni al tuntún y procura mantenerte dentro de un mismo estilo.

Yo usé como base los colores de la guirnalda y el mantel de Vaiana que compré y, sobre eso, construí todo lo demás. Busqué una mezcla de verde kiwi, naranja pastel, turquesa y fucsia que le dio un toque alegre y dulce sin que resultase cursi en absoluto y que entonaba a la perfección con el rollo polinesio-hawaiano. Mi temática pedía palillos, madera, flores, falditas de paja. Usa todos los elementos que encajen en la tuya. El límite es tu imaginación.

4. Cuida los detalles

Todavía recuerdo las sonrisas de los invitados de nuestra boda a medida que iban descubriendo los detalles que había ido preparando los meses anteriores. Y digo bien, meses. En la recta final, nuestro salón ya parecía un escaparate. Nos recuerdo tiñendo arroz de colores, preparando cururuchos de blondas para repartirlo, pegando mariquitas de chocolate a las tarjetas de agradecimiento que pondríamos en los platos, diseñando los centros de mesa con los destinos de nuestro inminente viaje de novios…

Chorradas, puedes decir. Y, en parte, pueden serlo. También una forma de complicarse la vida. Pero, cuando pasa el tiempo, esos pequeños detalles son los que todo el mundo recuerda con más cariño, empezando por ti. Aunque, durante su elaboración, más de una vez reniegues de por qué te metes en estos berenjenales sin necesidad. Eso se olvida cuando quedan cojonudos. No veas lo que triunfaron nuestros cocopiratas (y los calambres que nos dieron recortando, lijando y pegando todo 😬).

5. Incluye la comida en tu idea

No todo es decoración, ¿qué tal si ambientas tu comida? No hace falta que revises todos los platos. Al fin y al cabo, en un cumple, las aceitunas, las patatas y el jamón no nos lo quita nadie y bien ricos y socorridos que son. Pero seguro que se te ocurren ideas que casen con tu temática. Ya sea preparando comidas que peguen con ella o poniendo algún detalle en el emplatado que las integre.

Nosotros optamos por ambas soluciones. Por ejemplo, usamos mucha fruta, como las brochetas que preparó papá, espectaculares, que sentaban a gloria bendita con el calor pero, también, ambientamos otras comidas que no pegaban especialmente, como las minipizzas o las empanaditas de calabacín con pequeños detalles que las volvieran divertidas.

Dale rienda suelta a tu creatividad. Casi todo sale «comible» además de chulo.

6.Disfruta la fiesta

Está claro, lo hacemos todo por ellos, que lo disfruten es nuestro mejor regalo. Pero no olvides disfrutarlo tú también. Nosotros no nos sentamos hasta las nueve y pico, preparando, rematando, sirviendo, y hasta ese momento sólo pudimos mirar de reojo cómo la peque se lo pasaba pipa, pese a la fiebre. Pero cuando por fin pudimos sentarnos, empezamos a disfrutar del cumpleaños de verdad. Y de nuestra gran obra de arte, por supuesto. Que nos lo habíamos ganado.

Así que prepara todo lo que sientas, se te ocurra o seas capaz de hacer (que esa es otra) pero, luego, disfrútalo. ¡Y recuerda sacar fotos!

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Y, si quieres contarme tu punto de vista o tu experiencia, me encontrarás siempre al otro lado en comentarios o en redes 🙂

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2 comments

  1. Ratoncito says:

    Pero…y las fotoooos? Que me has dejado con la intriga de como ha quedado todo!
    Yo tmb soy de las que se vuelve loca cnd llega el cumple de la enana, medio año antes ya estoy pensando en la tematica…. Eso si, cada año voy «descomplicando» los preparativos, porque en el primer cumple me pase con las manualidades y termine estresada perdida y corriendo para al final ni llegar a montar uno o dos adornos por falta de tiempo. El segundo cumple fue de Mickey asi que mas sencillo todo ya que algunas cosas las compre ya hechas – aunque opte por una deco un poco diferente de todas formas…lo malo fue montarlo todo en un parque con 40 grados que hizo ese dia de terral, ya no me meto mas en ese lio! Este año sala de cumpleaños alquilada aunque no me hace tanta gracia pero con un bebe pequeño tampoco puedo hacer nada complicado y prefiero tener a las fieras encerradas y vigiladas qie correteando por un parque. Eso si, la deco tematica que no falte!

    • Carita says:

      Las fotos están en instagram, si pinchas los enlaces de cada detalle, jeje. Eso sí, sólo las de la deco. Pues haces muy bien en ir rebajando, a veces nos complicamos en exceso, hay que encontrar el punto medio y dosificar los esfuerzos. Seguro que sale super chulo también este año 🙂 Un abrazo!

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