¿Cómo guiar de forma respetuosa la retirada del chupete?

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Fuente: Pixabay

Aún recuerdo la primera vez que le ofrecí un chupete a mi hija. Fue algo que evite muy cuidadosamente durante el primer mes para no arriesgar nuestra lactancia. Después claudiqué como si fuera algo que, sencillamente, «tenía que» acabar dándole: está bien, ya ha pasado el mes, hale, toma, cariño. Se lo puse en la boquita, la miré, me miró, sonreí, sonrió y… ¡stuppp! Lo escupió. Así es muchas veces el inicio con esto de los chupetes. El final ya es otro cantar.

Si me habéis leído más veces, ya sabréis que en crianza trato de respetar al máximo los ritmos de mi hija, que sea ella quien vaya dando los pasos y acompañarla mientras lo hace, sin frenarlo ni forzarlo. Pero a veces no hay más remedio que intervenir. A veces lo exige la salud. A veces lo impone el afuera. Por mucho que no sea nuestra forma habitual de funcionar, a veces somos nosotros los que tenemos que dar el paso.

Nos pasó cuando yo colapsé por no dormir y tuvimos que hacer un destete nocturno. De forma respetuosa. Nos pasó cuando el cole se nos echaba encima y tuvimos que hacer una retirada parcial del pañal. De forma respetuosa. Y nos pasó cuando vimos  que pasaba el tiempo y la peque no daba señales de estar preparada para dejar el chupete y tuvimos que ayudarla. De forma respetuosa.

¿Qué es «de forma respetuosa»? Con empatía. Con cariño. Con paciencia. Dando todo el margen que podamos, para avanzar poco a poco y ajustarnos al máximo al ritmo que habrían llevado sin nuestra intervención. Validando y acompañando todas esas emociones que van surgiendo porque, aunque demos ese margen, no es lo mismo que dar el paso solos.

¿Cómo guiar de forma respetuosa la retirada del chupete?

  1. Comprendiendo

¿Qué hace ahí ese chupete? Bueno, se lo pusimos nosotros. El chupete no es natural, es un invento para «sustituir» el pezón materno. Y puede ser muy útil en un sinfín de circunstancias para rebajar la necesidad de teta peeeeeeeero esa necesidad no se crea ni se destruye, se transforma: ahora se necesita el chupe.

Cuando digo se necesita hablo de forma bastante literal. Los bebés y los niños pequeños necesitan la succión en su desarrollo. La necesidad de succión va siendo menor conforme el niño crece pero, sobre todo los primeros 2-3 años, está bastante marcada. ¿Sabíais que el destete natural en la especie humana, si lo dejáramos estar sin ninguna interferencia social, se marca biológicamente entre los 2 y los 7 años? (Sí, yo también flipé la primera vez que lo leí). Por eso los peques no suelen querer dejar el chupete, porque la succión les ofrece un consuelo físico natural.

Ahora bien, lo natural de verdad sería que esa succión fuera con un pezón, y esta no tendría ningún problema (a excepción de que socialmente nos mirasen raro), pero tanto el chupete como la posición que adopta la boca al succionarlo son distintos y, a medio-largo plazo, el chupete sí puede provocar problemas en la dentición y la mordida. Eso sin tener en cuenta que hablamos de un objeto de látex o silicona que se mete en la boca día sí día también cuando no se reboza por cualquier lado y que puede acabar provocando otros problemas relacionados con la higiene bucal (sobre todo cuando nos negamos a comprar otro porque queremos que lo dejen y el chupete acaba que en cualquier momento echa a andar solo y nos ahorra la intervención).

Así que, comprendiendo por qué necesita el chupete, por un lado, y qué consecuencias  puede tener que se alargue demasiado en el tiempo, por otro (cuidar de su salud es lo más respetuoso que podemos hacer), nos será más fácil saber cómo y cuándo intervenir para retirarlo.

Respecto a cuándo intervenir, lo mejor es observar. No es lo mismo que tenga el chupete puesto todo el día o que lo use sólo para dormir o consolarse. No es lo mismo que haga succión continua o que lo lleve de medio lado, como si fuera Hannibal en El Equipo A. No es lo mismo que lo use de forma pasiva o que hable con él puesto. No es lo mismo que cada vez lo vaya usando para menos cosas o que no lo suelte ni con agua caliente. No es lo mismo que sus dientes estén perfectos y el dentista y el pediatra nos digan que de momento no hay ningún problema o que veamos que se están descolocando. Nuestros márgenes, como en todo, nunca son los mismos. 

2. Hablando

Para mí es fundamental que mi hija sepa que hay una razón para todo lo que hacemos y para todo lo que dejamos de hacer. Una razón que se sostenga objetivamente, una razón neutra y real. Personalmente no soy nada amiga de los actos de fe (mamá lo dice pero no te explico por qué), las comparaciones (mira lo que hacen/no hacen los otros niños de tu edad) ni los juicios de valor (ser mayor vs. ser un bebé). Cuando marco un límite, cuando pido algo, cuando aconsejo, decido o intervengo, siempre intento que haya una razón REAL detrás.

¿Cuál es la razón real para retirar el chupete? Que llevarlo demasiado tiempo puede afectar a los dientecitos. Que mamá y papá tienen la obligación y la responsabilidad de velar por su salud y actuar si algo puede ser malo a largo plazo.

Así que yo os recomendaría, si pensáis intervenir con el chupete, que lo habléis mucho. Es la mejor forma de incorporar activamente al peque en el proceso y que, con nuestra guía, dar el paso CON él, que es mucho más respetuoso que darlo POR él.

Según la edad en que lo hagáis podréis hablar con más profundidad o tendréis que ir a lo más básico. Con tres años se puede trabajar mucho mejor el aspecto emocional, por ejemplo. Con dos, va a tocar hablar menos y acompañar más a nivel emocional para ayudarles a avanzar. Porque dejar el chupete también es avanzar, crecer en el más amplio de los sentidos, saber que no necesitamos un objeto externo para consolarnos, para relajarnos o para dormir, confiar en nuestros recursos internos y aprender que para un mismo problema siempre hay muchas soluciones distintas y que, si no podemos hacer una cosa, siempre podremos hacer otra.

3. Avanzando de forma gradual

Si tenemos margen, lo mejor es ir poco a poco, priorizando lo más importante y lo que más perjuicios puede evitar y empezando por ahí.

Nosotros, por ejemplo, al principio del proceso decidimos usarlo sólo para dormir. ¿Por qué? Pues porque en nuestro caso fue el primer paso más lógico y natural. Para dormir era para lo que más necesitaba el chupete como apoyo y también cuando menos succión hacía. Así que dejamos el sueño para una segunda fase y aprendimos juntos llegar al consuelo siempre sin chupete. Ganamos con eso mucha seguridad en que podíamos hacerlo.

Un tiempo después, dimos otro pasito y lo dejamos sólo para las siestas pero no para las noches. Nos quitamos con eso muchas horas de uso porque, aunque la mayoría de las noches se le caía y dormía sin él a efectos prácticos, otras amanecía con él o durante la noche oíamos el chupchup de vez en cuando. Hablamos mucho con ella sobre que, para cuidar sus dientes, era importante minimizar el tiempo que lo tuviese puesto. Pensábamos que la siesta se extinguiría sola pero, como no fue así, dimos otro paso intermedio más, en el que decidimos que lo usaríamos una siesta sí, otra no. Pasos siempre dialogados, fluidos y naturales.

El día que nos deshicimos del chupete que teníamos en casa fue emocionante. Recuerdo que hablamos del tema sin intención concreta de que ese día fuera EL DÍA. Le pregunté qué pensaba de lo que le estaba diciendo y me miró con esos ojos increíbles que tiene, muy fijamente y dijo que iba a dejar de usarlo. Se levantó, fue a la habitación, cogió el chupete con infinita ternura, lo envolvió en las manitas como si fuera una ofrenda y se lo acercó al pecho cerrando los ojitos.

_ ¿Quieres que nos despidamos de él? – sugerí, sintiendo la importancia del paso que estaba a punto de dar, por su propia iniciativa.

_ Sí – me dijo.

Y le dimos las gracias al chupete por todo lo que nos había dado, a lo Marie Kondo total cuando se deshace de algo en Netflix. Yo creo que papá y yo nos impresionamos más que ella cuando, con una seguridad y una calma abrumadoras, lo tiró a la basura y lo dejó atrás. Mi pequeña, qué grande fue en ese momento.

Estoy segura de que tarde o temprano habría dado el paso por si sola pero, ¿a qué edad? ¿qué problemas hubiera podido provocar el chupete si no hubiéramos ido pautando un poco su retirada? Ni lo sé ni quiero. Me vale con saber que actuamos cuando lo vimos necesario y que todos estuvimos de acuerdo con cada paso que dimos en el proceso, que se convirtió en una oportunidad más de criar, guiar, aprender, y crecer desde el respeto. 🙂

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This entry was posted in Crianza.

11 comments

  1. Mayra says:

    Wuaooo vine buscando consejos, mi bebé tiene 19 meses y solo lo usaba para dormir por la noche, solamente desapareci todos los chupetes de la casa desde el domingo y llevamos 3 días durmiendo así, se desvela mucho, no puede conciliar el sueño fácil pero lo abrazo, lo arrullo, intento contarle cuentos y el sueño finalmente lo vence en la madrugada. No siento que fuera tan respetuoso, pero no sé si regresar a dárselo y dejar que él decida o ya que inicie ser firme y continuar. Que consideran que debo hacer ?

  2. Tania says:

    Hola!! Me ha gustado mucho encontrar tu post y ver la forma respetuosa con la que llevasteis el tema del chupete.mi hija tiene 3 años y medio y desde hace 3 meses ha dejado el pecho ella misma, cosa que ha hecho que haya un retroceso con el tema chupete.lo quiere a todas horas si está en casa.en el colegio no hay problema, en la calle tampoco, pero solo llegar a casa ya lo pide.cuando no hay colegio hablamos con ella, le decimos que es por sus dientes para que crezcan fuertes, lo guardamos en una cajita y le decimos para dormir siesta o por la noche, pero si está en casa aguanta un rato y luego llora y llora porque lo quiere.no sabemos cómo actuar. Si le hemos dicho que en la siesta se lo daremos,aunque llore no cedemos? De esta forma no me parece respetuoso pero sinó limitamos estaría todo el día?estamos un poco bloqueados con el tema, parece que todo el día estemos batallando por el chupete.es cansado para ella y para nosotros pero algo hay que hacer para ayudarla….gracias!!

    • Carita says:

      Hola Tania! Perdona la inmensa tardanza, estos meses están sido una locura absoluta y no me da la vida. Mi hija también se aferró mucho al chupete tras el destete nocturno, así que te comprendo bien. Imagino que ya habéis salido del punto de bloqueo, estoy segura de que lo habéis hecho muy bien porque intentar ser respetuoso ya ES respetuoso, y al final lo importante es acompañar cada etapa mientras van dando pasos, tengamos que intervenir o no. Un abrazo grande

  3. Lidia says:

    Hola,
    Mi peque tiene 27 meses, la pediatra me ha recomendado (x el tema del habla y x la deformación del paladar) que nos fijemos una fecha limite para deshacernos del chupe (hemos pensado en reyes) y que intentemos ir d3jandolo poco a poco.
    Mientras está en la guarde (entre 4 y 7 horas) no lo usa, pero nadamás salir lo pide. En casa, lo lleva puesto a todas horas, no hay forma de quitarselo!!!
    Por la noche toma bibe (casi 600ml!), y lo quiere con tetina de bibe!!! Se despierta muchas veces para tomar.
    Y cúanto más intentamos que lo deje, más se aferra a él, osea producimos el efecto contrario.
    Le explico que lo vamos a usar sólo para dormir, que le hará daño en los dientes, que mamá no sabe lo que dice con el chupe, tenemos cuentos dejachupetes, etc
    Yo ya no sé qué hacer. Alguna sugerencia??

    • Carita says:

      Hola Lidia! Quizá puedas enfocarlo como cuando, por ejemplo, no quieren bañarse y tú planteas «opciones» para ir al baño: tenemos que bañarnos, ¿quieres ir a la bañera saltando como una ranita o corriendo como un ratoncito?. En este caso sería algo como «tenemos que usar menos tiempo al día el chupete ¿prefieres que lo dejemos puesto para dormir o cuando sea de día?».

  4. Amanda says:

    Hola! Estoy en plena operación chupete y llevamos 2 noches superadas! Va a cumplir 4 años y ya me parecía excesivo su uso (aunque solo lo USABA -no puedo creer que escriba ésto jaja- para la siesta y dormir por la noche. Aún con todo íbamos a esperar a dárselo a Papá Noel pero la salud de sus dientes ha sido decisiva ya que tiene mordida abierta. No se si ha sido el destino o qué pero, hace 2 días el chupete desapareció y no lo encontraba por ninguna parte así que tuvo que pasar la noche sin nada. Al principio fue un drama pero le expliqué que si seguía sin él los dientes le crecerían más rápido, se caerían y vendría el ratoncito Pérez. No se del todo si he hecho bien en contarle esta mentirijilla piadosa pero es que no se me ocurrió nada mejor qué decir ya que no estaba previsto.
    Para aliviar su pena me quedo con ella en la cama hasta que se duerme, le vuelvo a explicar el motivo las veces que haga falta y me lleno de paciencia y por ahora nos va bien ya que no le cuesta tanto como creía coger el sueño. Por la mañana le felicito y le recuerdo que ha sido capaz de hacerlo
    Ahora me surge una duda, es posible que se de un retroceso encinos días en su comportamiento? Porque lo está haciendo genial pero no sé si cantar victia todavía jejeje.
    Muchas gracias por la información, me ha sido muy útil y tranquilizadora.

    • Carita says:

      Hola Amanda! Si está teniendo problemas en la mordida, desde luego el chupete tiene que ir fuera, porque ya la salud entra en juego y como padres debemos intervenir 🙂 Respecto al recurso que has usado, solo te diré una cosa: a veces usamos el recurso perfecto, a veces el que se nos ocurre o tenemos a mano e incluso a veces simplemente hacemos lo que buenamente podemos. Dejar el chupete (más aún sin haberlo decidido por sí solo) es un cambio importante y conlleva un «duelo» y una adaptación. Si notas que le afecta, mi consejo es que estés muy disponible para que se sienta seguro a pesar de la «pérdida» y se habitúe. A lo mejor te ayuda el post sobre destete nocturno, échale un ojo! Un abrazo!

  5. natalia says:

    hola, mi hija tiene 2 años, solo usa el chupete para dormir, pero lo pide bastante asi que durante el dia le
    invento historias como que el gato lo escondio. ayer probe hacerle un pequeño corte al chupete de ella y le dije que de tanto uso se rompio, no lo quizo volver a utilizar pero dormir ahora es todo un problema, no para de llorar y de ponerse muy nerviosa, cuando antes dormir era muy facil para ella con su chupete. no puedo evitar preguntarme si estoy haciendo bien o si quiza me estoy apurando y ella aun no estaba lista.

    • Carita says:

      Hola Natalia! Por lo que comentas, ella no está lista para dejarlo por su propio pie. Es pequeñita aún para razonar pero quizá puedas usar recursos parecidos al de «La teta cansada» con los destetes nocturnos. ¿Por qué lo quieres retirar? Si te preocupa que afecte a sus dientes, puedes llevarla al dentista a que lo valore (yo llevé a mi hija y la dentista me dijo que ni me preocupase, que le diese tiempo para dejarlo sola). Un abrazo

  6. Carmen says:

    Hola! Acabo de leerte y aún sigo emocionada con ese momento ‘me despido del chupete y le doy las gracias’. Qué ternura!
    Mi hija acaba de cumplir 3 años y, aunque intentamos que use el chupete para dormir, no siempre lo conseguimos. Debo decir que los chupetes que usa son sólo los de bebés, es decir, los más pequeños que existen.
    En mes y medio nacerá su hermanita y me temo que se nos va a juntar operación chupete, operación pañal y operación hermana.
    Algún consejo? Lo necesitamos! Mil gracias por tu blog, soy muy fan

    • Carita says:

      Hola Carmen! Muchas gracias a ti! 🙂 Uf. Mucho se os junta. Yo te diría que priorizes. ¿Qué ves más importante? Si estuviera en tu situación no forzaría mucho las cosas en este momento, con la llegada de la hermanita. Vais a pasar por una etapa de adaptación en la que sumar muchos factores puede hacéroslo más difícil a todos. Teniendo en cuenta que el pañal en poco tiempo será «obligado» por el tema cole (imagino) y que el chupete no debería alargarse mucho a esta edad, quizá buscaría un paso intermedio para ambas cosas, para ir avanzando sin forzar una retirada total si esta no sucede por sí sola en la evolución de tu hija. Por ejemplo, respecto al pañal, el verano previo al cole nosotros trabajamos solamente el habituarnos a estar sin pañal por las mañanas (el tiempo que iba a pasar en el cole, porque el primer año no la llevé por la tarde) y, el resto, dejamos que ella siguiera dando los pasos. Respecto al chupete, podéis intentar también un punto de acuerdo intermedio entre su deseo (dormir con él) y la necesidad de ir dejándolo por la salud de los dientes. Día sí/día no, lo ponemos para relajarnos o dormirnos pero luego lo quitamos y dormimos sin él… lo que mejor os funcione. Id con calma buscando el punto de equilibrio entre todas las necesidades y circunstancias. Un abrazo!

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