Durante mucho tiempo no estuvo nada claro que este post viera la luz. Os lo he contado en varias ocasiones, al principio todo pareció indicar que el número en el que nos plantaríamos sería tres. La mezcla del «trauma» por el parto, la falta de sueño y otras circunstancias nos tuvieron los primeros tres o cuatro años en un no bastante claro. Un no que hace dos veranos empezó a removerse y a picar, a exigir confirmación. Porque ese no, ya os lo conté ese día que me abrí en canal en el blog, era en realidad un casi-no en el que nos habíamos asentado más por inercia que por decisión real. En fin, más o menos sabéis la historia si me seguís, no me quiero repetir demasiado. El caso es que, como os decía, no estaba nada claro que este post llegase a escribirse. Pero aquí estoy, a punto de cumplir 37 semanas y llegar a término, a punto de ser cuatro. Escribiendo este post finalmente: el último siendo tres. Continue reading →
Nuestro
¡Socorro! Se acerca el parto y no tenemos nombre
Así estamos este embarazo. En bavia. En la inopia. En la parra. Pero lo peor no es eso, lo peor es que pasan las semanas, nos vamos acercando al día D y la cosa no avanza. En la semana 20 tenía su gracia: bromeábamos diciendo que habría que llamarlo cariño hasta que tuviera edad suficiente para que se lo llamase su novia. Mañana hago 35 semanas y ya empieza a darme coraje. El parto se nos echa encima, este bebé va a nacer y necesito encontrar un nombre. No, corrijo. Necesito encontrar SU nombre. No sé cómo sentiréis estas cosas pero yo lo siento así. Hay un nombre para este bebé, para él en concreto, uno que le pega, uno que pide, uno que vibra con su energía… y no doy con él. Y no será por no mirar todas las opciones. Creo que me he leído todos los nombres que existen, repetidas veces, no sea que un día inventen uno nuevo. Los releo esperando que se abra un túnel de luz desde el cielo y un coro de ángeles celestiales me lo canten, o me den con él en la cabeza. Lo que sea. Se acerca el parto y no tenemos nombre: ¡socorro! Continue reading →
Seis años desde que me cambiaste entera
Seis años ya, vida mía. Seis años desde que naciste, me convertiste en madre y me cambiaste entera. Por dentro y por fuera, como te digo a ti siempre cuando te llamo bonita. Los cambios de fuera me los esperaba, ya sabía antes de ser mamá (cuando no se sabe nada todavía en realidad) que tener una hija me pondría la vida patas arriba. Los de dentro nunca los hubiera podido imaginar. Tan fuertes, tan completos. Revolucionaste todo mi universo. Mis prioridades, mi forma de pensar, mi interpretación de tantas cosas que creía tener claras, hasta mi forma de sentir. Pero es que ser madre es lo más intenso que existe, quizá algún día lo descubras, si decides serlo tú. Entonces igual me entiendes cuando me nace un te adoro que hasta duele de lo que llena, de lo literal que es. Cuando me sonríes y me dices que ya lo sabes y te respondo que no, que no sabes tú cuánto te adoro. Ni cómo. Continue reading →
Estar embarazada no es lo mío
Hace un par de semanas, seis amigas estuvimos hablando del tema embarazo. Nos dividimos de forma curiosamente matemática: tres encantadísimas, tres renegando. Yo pertenezco al segundo grupo. Estar embarazada no es lo mío. Sé que sigue sonando tan mal como en mi primer post sobre el tema. Lo sé y lo asumo… pero es que es así.
No todas las mujeres tenemos embarazos idílicos, no a todas las mujeres nos gusta estar embarazadas, no todas lo vivimos de la misma forma. Suena mal porque no estamos habituadas a decirlo (y a escucharlo) en voz alta, porque cuando estás embarazada todo el mundo te felicita y te imagina radiante y es violento decir que no estás disfrutando, que estás hasta el mismísimo del embarazo y contando los días para que se acabe. Pero, ¿y si es exactamente lo que sientes?
Nuestros 5 juegos de mesa favoritos con peques
Somos de viciarnos en casa, la verdad. Yo la primera, aunque siempre me fueron vicios poco perniciosos, como las palabrotas y las palmeras de chocolate (llevaba ya mucho tiempo sin hablar de ellas, no he podido evitarlo). Viciarnos jugando es algo que tenemos super dominado. Pensaba que era solo cosa nuestra, después de la cantidad indecente de horas que hemos dedicado papá y yo a jugar al Assassin’s Creed pero está claro que la genética manda y la pequeñina lo ha heredado. Por eso, desde que hemos podido abrir la puerta a los juegos de mesa, cada vez nos vamos haciendo con más. Esto sí que es aprovisionarse y no lo del papel higiénico en tiempos de pandemia. Os comparto los cinco juegos de mesa aptos para peques a los que más nos gusta jugar en casa, pero solo si luego me contáis a mí los vuestros, que todavía tenemos sitio en el mueble del salón 😉 Continue reading →