Cuando me planteé de verdad tener otro hijo, pensaba que con el segundo sería mejor madre. Al fin y al cabo la experiencia es un grado y forzosamente tendría que sentirme más capaz. Después me quedé embarazada, las hormonas me pusieron del revés y acabé sintiendo lo contrario, que esta vez sería peor madre. Que estaría sobrepasada y lo haría todo mal, cargándome además por el camino todo lo que había hecho bien en mi primera maternidad. Curiosamente, no tenía razón en ninguna de las dos, aunque ambas eran ciertas. Tengo más experiencia y estoy más sobrepasada. Pero no soy mejor madre, ni peor. Lo que sí soy es una madre diferente. Continue reading →
Nuestro
Mamá, ¿el coronavirus va a durar toda mi vida?
«Mamá, ¿cuánto va a durar el coronavirus?». Así empezamos el día el sábado. Con una de esas preguntas que tanto cuesta responder porque solo pueden responderse sinceramente con un «no lo sé». No lo sé, vida mía, espero que poco. Pero mientras dura, se hace pesado. Mientras dura, cuesta y es difícil. Mientras dura parece que nunca se va a acabar. «Pero, ¿va a durar toda mi vida?». Mirarla a los ojos y ver en su rostro que lo pregunta de verdad, con la inocencia y la pureza de los niños. Sentir que se me parte un poquito el corazón. No, no va a durar toda tu vida. Eso sí lo puedo responder. Tu vida no va a ser esto, hija mía, este año de la marmota que tantas cosas se ha llevado por delante.
Qué poco duran los años
Se vuela. Se nos vuela el tiempo sin darnos cuenta. Preparando desayunos, comidas y meriendas. Poniendo lavadoras. Yendo continuamente de acá para allá, viviendo en el coche o en el metro a temporadas. Pagando facturas, seguros e hipotecas. Buscando qué ver en Netflix, si hay suerte y hasta ocio. Y en medio de todo eso que hacemos cada día, la vida. Qué razón tenía John Lennon. Y qué consciente te haces de cómo se vuela la vida cuando tienes hijos pequeños. Cuando tres meses convierten a un recién nacido desvalidito en un bebé que te sonríe. Cuando otros tres lo ponen a reptar por el suelo y a aguantarse sentado medio niñito medio merengue, controlando que no se desparrame en una de estas. Cuando tienes peques y cada semana, cada mes, cada año lo cambian todo. Continue reading →
Volver a empezar
Volver a cambiar pañales. Volver a despertarte mil veces por la noche. Volver a dejarte el lomo caminando doblada agarrada a un piojillo que empieza a andar y va que se mata. Volver a pasar por cólicos, por dientes, por llantos que no sabes de dónde vienen. Volver a introducir alimentos. Volver a…
Volver a empezar tiene una parte que da (mucha) pereza cuando te lo planteas. Volver al cansancio y la exigencia extremos cuando nace un hijo pesa en la balanza. Nos pasó. Y ni os digo la de veces que me lo han dicho desde fuera, con un «uf» unas veces acompañando en silencio y otras verbalizado en voz alta. «Uf, volver a empezar, ahora que estás entrando en otra etapa». Con la peque ya criada, con lo tranquilos que empezábamos a estar.
Y sí, no digo que no. Pero volver a empezar no es solo eso… Continue reading →
Perdóname las veces que soy injusta contigo
Llevo tiempo con la idea de este post rondándome la cabeza. Días en los que te miro y se me arremolinan pensamientos y emociones, y siento que necesito escribirlas en algún momento. Veces en las que me doy cuenta de que estoy siendo injusta, en las que veo que la estoy cagando y vuelvo a hacer acopio de moral para reconducirme, una vez más. Es desesperante pero en esas estamos. Entre lo que me pasa por dentro y lo que pasa fuera, me está costando mucho manejar el timón. Y esto, que no es culpa tuya, te lo estás comiendo tú sin sabértelo evitar. Por eso, mi vida, de todo corazón, como siempre te digo que hay que hacerlo… perdóname. Continue reading →