Lo duro de verdad de tener un segundo hijo no es el cansancio, aunque aumenta, eso está claro. Lo duro de verdad de tener un segundo hijo no es volver atrás a etapas que ya estaban superadas, aunque algunas den pereza supina. Lo duro de verdad de tener un segundo hijo no es el tiempo para ti que, de repente, DESAPARECE. Sí, vale, desaparece «durante un tiempo», esto es lo bueno, que ya lo sabes. Aunque durante ese tiempo no es que tengas menos tiempo para ti, es que, a efectos prácticos, no tienes tiempo para ti. Pero lo duro, lo duro de verdad, no es nada de eso. Continue reading →
Nuestro
Diástasis abdominal tras el parto: por qué aparece y cómo tratarla
Aquí me tenéis, volviendo a vivir en carnes propias las cosas para poder contarlas mejor y de forma más útil. Ojalá pudiera hablaros en primera persona de lo que supone ganar el euromillón y correr a las Maldivas a gastárselo… pero me temo que hoy hablamos de diástasis abdominal. Un problema muy frecuente tras un embarazo y un parto, que en muchas ocasiones no llegamos a detectar ni tratar adecuadamente y que puede darnos mucho la lata con el tiempo.
Ahora bien, ¿qué es exactamente la diástasis abdominal? ¿es probable que me pase? ¿qué consecuencias puede tener para mi salud? ¿se soluciona sola o necesito tratamiento? Muchas preguntas. Y, como siempre, todas con respuesta. Vamos a verlo. Continue reading →
Los hijos no son (solo) una carga
No paro de leer tuis últimamente sobre lo bien que se vive sin hijos y la carga tan grande que se ve que son para quien no los tiene. «Estoy aquí en la playa picando patatas, viendo que la pareja de al lado no ha podido ni sentarse todavía y pensando: qué bien he hecho en no tener hijos». No me entendáis mal, cada cual hace lo que quiere y siente con su vida, me parece genial quien quiera tener diez hijos, quien quiera no tener ninguno y quien quiera comprarse cuatro gatos. Pero tuerzo el morro cuando la gente juzga desde fuera los caminos que nunca transitó. Continue reading →
Duelo por el cuerpo que no volverá
El tiempo pasa, eso es evidente. Pasa y deja su huella, por dentro y por fuera, para bien o para mal, aunque nunca me ha afectado especialmente. Que me vayan saliendo pequeñas arruguitas, por aquí o por allá, que la gravedad vaya haciendo su efecto, poco a poco. Que la piel empiece a tener manchitas donde antes era lisa o mis manos me digan que tengo cuarenta años y ya no veinte. En algunas cosas me he gustado más con el paso del tiempo y en otras he tenido nostalgia pero, ya os digo, nunca me ha afectado. Quizá por eso me ha sorprendido tanto cómo me afectan los cambios que noto en mi cuerpo por la maternidad. Continue reading →
Y después de la contramarcha, ¿qué silla elijo?
Llegó el momento. Lo hemos retrasado años, mucho más de lo que yo esperaba. Con cuatro años a contramarcha me hubiera quedado más o menos conforme. Cinco me habrían dejado contenta. Seis ya eran una maravilla. Y los siete que al final hemos contado me dejan todavía alucinada, sobre todo porque este último año a contramarcha ha sido un regalo con el que no contábamos y que nos encontramos de repente al coger la One, a la que no podré agradecerle lo bastante esta prórroga inesperada en seguridad. Pero ya está: hemos llegado al tope, al mantra que llevo cinco años repitiendo allá donde me den voz, a ese «mientras quepa por peso y altura» que acabamos por fin de agotar. Aquí estamos hoy, con siete años y tres meses, diciendo adiós a la contramarcha. Y ahora ¿qué?.
Si os pasa como me pasó a mí, es posible que ese «y ahora ¿qué?» os genere cierta ansiedad. ¿Cómo elijo la siguiente silla? ¿Qué es lo más seguro, qué puede ser peligroso, qué debería priorizar? Os cuento qué es lo más importante en la etapa a favor de la marcha y qué debemos tener en cuenta a la hora de elegir un grupo 2-3. Continue reading →