Llevo tiempo, mucho, mucho tiempo, sintiendo la necesidad de volver a mimarme, volver a dedicarme un rato de puro cuidado, volver a verme con «buena pinta» en el espejo. Sobre todo, en el del ascensor, que es matador. Pero, cuando no son pitos, son flautas. Si no es que no encuentro un rato tranquila para bichear cremas es que, al ir a por una, no sé cómo, acabo saliendo con un producto para la peque en vez de para mí. Tengo un campo de fuerza que me desvía siempre hacia lo suyo, o algo. No sé por qué, si ella es preciosa con lo que le pongas y tiene mantenimiento cero. No como su madre, me temo, que ya empieza a necesitar entrar en boxes. Continue reading →
Nuestro
Bullying: Está en nuestras manos llenar el futuro de valientes
Llevo unas semanas pensando en esto porque, la verdad, la última campaña de 12 meses me llegó. Me removió. Me hizo pensar, me hizo sentir, me hizo imaginar. Porque es algo que me toca de cerca. Aunque por suerte el bullying de mis tiempos no era tan extremo. Un poco lo que pasa con el sol, que el que hay ahora hace más daño que el de hace treinta años. Continue reading →
Lo que hay que oír cuando tu hijo no duerme
La verdad es que llevo varios días pensando en el tema del sueño. Lo tengo erre que erre en la cabeza. Supongo que, como buen trauma que fue, siempre me quedará un poso de estrés postraumático. Me ocurre a veces que estoy haciendo algo trivial como poner el lavaplatos y, de repente, pienso: «estoy durmiendo, estoy durmiendo bien». Y me parece algo tan extraño y tan increíble que necesito un instante para volver a procesarlo. Como si me hiciera a mí misma una copia de seguridad.
No vaya a ser que se me borre la memoria de este último tiempo y me crea que sigo entonces. Cuando no dormía. Cuando vivir era conseguir mantener los ojos abiertos, no estrellarme con el coche ni prender fuego a la casa olvidando una sartén. Cuando me preguntaban algo y yo respondía «perdona, ¿qué me acabas de preguntar?». Pero diez segundos después.
Confesiones de una madre (im)perfecta
Escribir en un blog sobre algo tan íntimo como la maternidad y tu forma de enfrentarla provoca dos efectos contrarios. Por un lado, te entroniza, convirtiéndote en gurú sin pretenderlo, con una alta responsabilidad sobre lo que escribes y aconsejas. Por otro, te convierte en objetivo a discreción, en un pato de feria virtual al que todos tienen derecho a disparar porque… está ahí para eso, ¿no? Por eso, a veces, es complicado decidir qué compartes y qué te reservas, qué aconsejas y qué callas. Qué cuentas.
En unos posts la intención es ayudar, compartir algo que has aprendido y te fue realmente útil, explicar cómo has sobrevivido a una situación difícil por si tu experiencia es útil a quien no ve la luz al final del túnel. En otros, sólo buscas pensar acompañada, reflexionar sin llegar a ninguna conclusión, plantear preguntas. Y, finalmente, están aquellos posts en los que te expones, te abres la gabardina y enseñas lo que hay. Y hoy es de esos. Continue reading →
¿Es éste un buen blog? Dímelo TÚ
Partamos de la base de que no tengo ni idea de lo que se supone que es un buen blog. Mucho me parece que esto de los blogs es como lo de los hijos. Ni son buenos ni malos, son distintos. Únicos. Nunca he clasificado los blogs, cuando los leía como madre, en buenos y malos, grandes y pequeños, guapos o feos. Algunos me ayudaban, leía un post y veía la luz. En otros conectaba, me sentía cerca, hermanada con la persona que había detrás escribiendo esas líneas que reflejaban una parte de lo que yo vivía también. Otros me hacían reír. O me parecían curiosos. A veces no ocurría nada de lo anterior y no sentía ese «algo» que hace seguir leyendo. Cerraba y continuaba por otro lado. No se conecta con todo y así está bien.
Sé, por eso, que muchas personas no conectarán con este blog, ni conmigo. Que los temas que trato o mi enfoque, mi forma de criar, de sentir, de contar, no les van a atraer. Pero sé que hay otras que sí. Si tú eres una de ellas, si conectas conmigo y aprecias mi trabajo, te pido un minuto de tu tiempo para votarme en los Premios Madresfera 2016. Continue reading →