Foto: ©Unamamadeotroplaneta
Recuerdo que, nada más conocer el resultado del ClearBlue y contárselo a todos mis allegados (es un decir, porque con la emoción del momento me faltó agarrar un megáfono y recorrer las calles como si fuera el afilador), una de mis mejores amigas me pasó una primera información de contacto. «Unos librillos para ver si esta onda es la tuya o no». ¿Onda? ¿Tengo una onda? ¿Cómo soy? ¿Qué pienso, qué quiero, que voy a hacer con este bebé? Las primeras mil dudas empezaron a hacer pop dentro de mi cabeza. Y así comenzó todo.