Hace unas semanas vimos a qué nos referimos cuando hablamos de apego en crianza y por qué es tan importante establecer un apego seguro los primeros años de vida. Por qué la forma en que se siente un bebé o un niño pequeño en determinados aspectos básicos puede afectar a su desarrollo emocional y psicológico y, sobre todo, qué tiene que ver en eso lo que hagamos nosotros. Y ahora, teniendo claro lo ideal… ¿qué pasa si hacemos lo contrario? Hoy hablamos del apego evitativo: qué es, cómo lo generamos y qué consecuencias tiene en el desarrollo interior de nuestros hijos. Continue reading →
Crianza
¿Por qué es tan importante establecer un Apego Seguro con nuestros hijos?
Una vez que tenemos claro qué es el apego en crianza llega la siguiente pregunta lógica: ¿qué tipos de apego podemos establecer con nuestros hijos? Y la que más nos preocupa como padres: ¿qué consecuencias tiene que generemos un tipo de apego u otro en ellos?
Ya vimos en el anterior post de esta serie que el apego cumple un rol clave en el desarrollo psicológico y la formación de la personalidad. Es decir: lo seguro o inseguro que se sienta mi hijo en determinados aspectos básicos va a hacer que su personalidad, sus herramientas internas y su desarrollo afectivo vayan en una dirección o en otra. El cerebro, literalmente, se desarrolla y auto-organiza de forma diferente en función de cómo nos sintamos en la primera etapa de nuestra vida y qué tipo de interacciones tengamos con nuestro entorno más cercano y constante. Por eso es tan importante conocer cómo se establece un tipo de apego u otro y qué supone a largo plazo… y por eso es tan importante intentar que ese apego que establecemos sea SEGURO. Continue reading →
Yo no disfruté de mi embarazo
Yo no disfruté de mi embarazo. Ya está, ya lo he dicho. Y ya me sobrevienen oleadas de culpa y vergüenza, como si esta fuese la confesión más horrorosa del mundo. Me siento desnaturalizada, insensible, absurda y mala. Porque el embarazo siempre se disfruta. O no. Continue reading →
Yo quería dar el pecho
Yo quería dar el pecho. Eso lo sabía, mucho antes de que nacieras, antes incluso de quedarme embarazada, cuando me imaginaba a mí misma siendo madre en un futuro. Sabía que era algo bonito, algo beneficioso. Sabía que quería conseguirlo y que quería que funcionase. Sabía que podía ser difícil. Y sabía que no sabía nada de lactancia así que, cuando me quedé embarazada, empecé a leer. A informarme. A prepararme. Continue reading →
Si te hubiera pegado
Hace unos meses, chiquitita, yo estaba en el coche yendo a por ti al cole cuando, tras varios días de dolor de espalda y molestias, sufrí un espasmo intercostal agudo. Eso tú no sabes lo que es, pero duele como el infierno, hija. No me dejaba ni respirar. Lloraba de dolor con solo girar el volante. Así que te recogí como pude y crucé contigo al centro de salud (menos mal que está al lado) a pedir que me vieran de urgencia. Como el dolor se irradiaba hasta el esternón por el lado izquierdo, llegaron a valorar si era un infarto. No, no, es muscular, aseguré yo, hablando como podía, que era poco y mal. Y salimos de allí con un fajo de recetas pero sin poder ir a la farmacia a comprar nada hasta que llegase papá a casa porque no me veía capaz ni de llegar yo. Como para darnos un garbeo. Continue reading →