Cada año me pasa lo mismo. Me entra la vena ambiciosa y pienso, voy a hacer algo grande estas navidades, voy a hacer algo distinto, voy a hacer algo especial. Y entro a mirar recetas grandes, distintas y especiales. Recetas que tienen una foto que entra hambre mirarla, un nombre que encandila y… unas instrucciones de elaboración dignas de la final de Masterchef. Cuando veo que la lista de ingredientes es más larga que la de los Reyes Magos (por muy navideño que sea eso) y que, a la tercera indicación ya me empiezan a entrar dolor de cabeza y sudores fríos, me rindo y dejo esos manjares para cuando alguien me invite a mí a cenar.
Si lo tengo que preparar yo quiero algo algo fácil. Algo que no tenga que empezar a preparar las navidades anteriores. Algo que pueda preparar con una peque agarrada a la pierna pidiéndome hacer el caballito. Algo aparente, que quede bonito en la mesa el día señalado pero no me haga matarme a trabajar. Y, por pedir, que encima esté rico.
¿Demasiadas condiciones? Aquí te presento cinco candidatos a cumplirlas todas, toditas, todas.
Tartar de aguacate y gambas
Un entrante fresquito en el que no tendrás que cocinar nada. Sólo montar. Máximo diez minutos. Y, encima, muy apropiado para cena festiva.
¿Qué se necesita?
- Aguacate
- Gambas
- Piña
- Rúcula (o la base de lechuga que prefieras)
- Salsa rosa
¿Cómo se prepara?
El secreto de un buen tartar es picar y equilibrar bien sus ingredientes, para que la mezcla de sabores sea agradable. Para preparar el que te propongo, sólo debes lonchear lo más fino posible el aguacate, las gambas y la piña y picar la rúcula en trocitos pequeños. Una vez lo tengas todo listo, ve colocando proporcionadamente los ingredientes unos sobre otros, como si fuera una montaña a capas.
Adorna con salsa rosa a tu gusto, colocándola con una cucharita sobre la parte superior del tartar o a su alrededor, por la superficie del plato.
Truqui: conseguirás un emplatado mucho más bonito y molón si usas un molde metálico al montar las capas. Al retirarlo con cuidado hacia arriba el tartar mantendrá su forma (redonda, cuadrada, en forma estrella, de árbol de navidad… los hay de lo más creativos). Cuidado: no lo cojas con base, sólo laterales. Si no, no podrás retirarlo.
Vichyssoise con crujiente de queso
Un básico en cualquier cena es una crema ligera de entrante. Te propongo una vichyssoise, una de las más sencillas, suaves y conocidas, con un punto de sabor extra que le dará ese toque original que precisan las fechas especiales.
¿Qué se necesita?
- Puerros
- Patatas
- Cebolla
- Nata
- Queso de sabor intenso (oveja, curado, parmesano…)
- Virutas de jamón serrano
¿Cómo se prepara?
Cuece los puerros, las patatas y la cebolla en trocitos pequeños en una olla, con un toque de sal y añade nata líquida de cocinar los últimos cinco minutos de cocción para que la vichyssoise quede cremosa. Pásalo por la batidora y sirve en un plato sopero o un cuenco.
Para el crujiente de queso, ralla o corta tiritas muy finas del queso de sabor intenso que elijas, colócalas sobre la bandeja del horno entrecruzándolas, como si quisieras formar una red con forma rectangular o triangular y aplástalas para pegarlas unas a otras y que formen una sola estructura. Gratina en el horno hasta que se dore y colócala de forma decorativa en la crema, sobresaliendo en el borde del plato. Rodea el crujiente con unas virutas de jamón serrano y sirve en la mesa.
Truqui: Si añades calabacines le darás un toque muy suave y quedará todavía más rica.
Volovanes de calabacín y manzana
Un entrante sencillo, ligero y sabroso. Ya te comenté esta mezcla suave de sabores cuando hablamos de las empanadillas caseras pero, en esta ocasión, vamos a elegir una presentación más acorde a la ocasión: el volován. Un pequeño molde de hojaldre que puedes rellenar al gusto para crear aperitivos atractivos y fáciles.
¿Qué se necesita?
- Volovanes
- Calabacín
- Manzana
- Cebolla
- Mozzarella
- Parmesano
¿Cómo se prepara?
La preparación es la misma que en el relleno para las empanadillas. Pica el calabacín y la cebolla y ponlos en una sartén a fuego lento, con una pizca de sal, hasta que estén blandos. Pica en frío la manzana y añádela junto con la mozzarella y el parmesano, mezclando bien. Rellena los volovanes y sirve.
Truqui: Si quieres darle un extra de sabor, espolvorea los volovanes ya rellenos con un pellizco de queso emmental y gratina cinco minutos en el horno hasta que se dore.
Focaccias navideñas
Como buena amante de la pizza (de la que en próximos posts te hablaré), me pirran las focaccias como entrante. Un picoteo sencillo y rapidísimo de preparar en el que puedes emplear al máximo tu creatividad, añadiendo los ingredientes que te apetezcan o tengas en la nevera. En esta ocasión te sugiero una focaccia sencilla y decorativa que preparará el estómago para cualquier plato sin desentonar en tu mesa de gala.
¿Qué se necesita?
- Masa de pizza casera, idealmente, o preparada (de las que vienen enrolladas)
- Aceite de oliva virgen extra
- Romero
- Extras al gusto: aceitunas, tomatitos…
¿Cómo se prepara?
Prepara pequeñas bolitas de masa y estíralas con el rodillo, si es casera. Usa moldes con forma de árbol de Navidad para cortar la masa y preparar las focaccias. Colócalas en la bandeja del horno (precalentado mínimo a 180 grados, aunque a mí me gusta ponerlo al máximo). Cubre con un chorrito generoso de aceite de oliva virgen y espolvorea al gusto con romero, como si fueran las agujas del árbol. Coloca trocitos de aceituna o tomate simulando bolas decorativas. Et voilá, un mini arbolito navideño la mar de rico para amenizar el comienzo de la cena.
Truqui: Para que queden bien jugosas pero no te arme un cisco en el horno por exceso de aceite, echa el chorrito sólo en la parte central y pinta con un pincel de silicona los extremos de forma más ligera. Así no chorreará tan fácilmente sobre la bandeja del horno y no recibirás a los invitados con una columna de humo saliendo de la cocina.
Mini ensaladas de queso de cabra y nueces
Si lo que te apetece es algo diferente a los entrantes típicos y que además sea muy saludable, ¿por qué no pruebas con una mini ensalada original? Sírvela en pequeños boles o en el centro de un gran plato al estilo de los restaurantes de cocina creativa (usando un aro como el que te sugerí para el tartar) y tus invitados quedarán encantados.
¿Qué se necesita?
- Rúcula o cualquier mezcla de lechugas que sea de tu agrado
- Queso de cabra en rulo
- Nueces
- Aceite balsámico
¿Cómo se prepara?
Sobre una base de lechuga, reparte a tu gusto las nueces y el queso de cabra cortados en pequeños trozos. Aliña de forma artística con el aceite balsámico, haciendo eses, líneas paralelas o un simulacro de arte abstracto y… ¡a comer!
Truqui: Puedes espolvorear con un poquito de parmesano si quieres aportar más intensidad a la mezcla.
Ya sabes, si no quieres complicarte la vida estas fiestas, no hay necesidad de hacerlo. Aquí tienes estas cinco ideas que espero que te gusten.
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